Reforma Energética: Urgencia y Oportunidad

La Comisión de Energía del Senado de la República, que preside el senador David Penchyna Grub, inició un diálogo de cara a la Nación para conocer los argumentos de connotados mexicanos de la política, la academia, la ciencia y la tecnología.

Son tres las propuestas presentadas al Congreso de la Unión por los partidos políticos del país, todas con un objetivo: hacer del sector energético el pilar del desarrollo nacional.
Se prevé que la Reforma Energética se apruebe en este periodo ordinario de sesiones, y el dictamen que se emita se construye con el concurso de la ciudadanía y las diversas fuerzas políticas nacionales.

De esta forma, fue invitado a abrir este diálogo el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y se contempla la intervención de destacados conocedores de las políticas públicas. Es sin duda el caso de Federico Reyes Heroles y Juan Pardinas, entre otros.
Tres proyectos de Reforma Energética fueron presentados.

La que remitió el Presidente de la República al Senado propone la reforma de los artículos 27 y 28 de la Constitución para modernizar el sector, manteniendo el Estado la rectoría sobre los hidrocarburos. La meta es convertir al sector energético en el motor del crecimiento de la economía nacional, base para elevar la productividad y la competitividad empresarial y el empleo, mediante cadenas de valor que se generan por la estrecha vinculación existente entre la industria petroquímica y de refinación con la planta industrial. La iniciativa presidencial fortalece las finanzas de Pemex, establece mecanismos para elevar la inversión y producción de energía eléctrica, disminuirá los precios de las gasolinas y el costo de la luz, en apoyo de la economía familiar y la competitividad de las micro, pequeñas y medianas empresas mexicanas.

Otras naciones han realizado exitosamente reformas similares como Noruega, Colombia, Chile y Brasil, siendo su posicionamiento en el mercado internacional un referente inmediato de que vamos por buen camino. En todos estos Estados la propiedad de los recursos petroleros sigue siendo del pueblo.

La profunda convicción democrática que vemos desplegada en el diálogo de cara a la Nación que organiza el Senado, se traducirá en una reforma constitucional de gran trascendencia para el país, que permitirá actualizar la ley secundaria y transformar nuestro sector energético en la columna de un México más justo y próspero.

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