miércoles, 3 de agosto de 2011

Emilio Gamboa Patrón, secretario general de la CNOP; los gobernadores de Aguascalientes, Carlos Lozano; de Quintana Roo, Roberto Borge; el ex presidente Carlos Salinas de Gortari; Roberto Sandoval, mandatario electo de Nayarit; el exgobernador de Veracruz Fidel Herrera Beltrán y, detrás de él, el mandatario potosino Fernando Toranzo, posan en la zona arqueológica de Dzibilchaltún, luego del cuarto informe de gobierno de Ivonne Ortega.
Foto El Golfo. Info.

Abatir la pobreza en México, un reto inaplazable

Patria Nueva
Fidel Herrera
3 de agosto de 2011


1. El principal desafío que enfrenta México en esta segunda década del siglo XXI se encuentra en alcanzar niveles de ingreso que permitan a sus habitantes vivir con dignidad. El hecho de que más de la mitad de los mexicanos vivan por abajo de la línea de pobreza y que el 10.4 por ciento la sufran en forma extrema, implica que la estrategia de desarrollo vigente fracasó al ser incapaz de proveer la más elemental condición de justicia social para la población.

2. Y es que el reciente estudio del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), confirma que de 2008 a 2010, la pobreza en México se incrementó de 48.8 a 52 millones de personas. El informe ratifica la tendencia de empobrecimiento que ha enfrentado la nación en los últimos años. Es claro que las medidas adoptadas para revertir esa realidad no han dado resultados.

3. Por otro lado, también continuamos siendo vulnerables por ingreso. De un total de 29 millones de hogares mexicanos, 20 por ciento subsisten con menos de 2 mil pesos al mes, y como lo hemos reiterado en entregas anteriores, el costo de la canasta básica se estima en dos y media veces esa cantidad. Hoy más de la mitad de las familias del país viven con grandes carencias alimentarias, disminuidas por la desnutrición y vulnerables ante las enfermedades asociadas a ella.

4. De hecho, los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2010, indican que el pago en alimentos de los mexicanos más pobres representó una carga financiera de mil 265 pesos, es decir, destinaron en promedio 40 pesos diarios para adquirir alimentos, que comparado con el salario mínimo más alto, de 57.46 pesos en ese año, implicaría que a un trabajador le quedaron 17.46 pesos diarios para sufragar gastos de vivienda, vestido, calzado, salud, educación y recreación.

5. En cuanto al campo mexicano, la pobreza se registra en el anonimato que provoca la dispersión poblacional, siendo menos evidente que la urbana, que se distingue en cinturones de miseria claramente identificables en las grandes ciudades. Es en las localidades de entre dos y diez hogares que se ubican en lugares aislados y de difícil acceso, donde se sufre con mayor rigor la carencia de una visión integral para combatir este problema.

Llevar ahí los satisfactores mínimos alimentarios y otros servicios como agua potable, drenaje y electrificación es, independientemente de muy costoso, una labor titánica para cualquier Gobierno.

6. Sumados al impacto de la escasez de recursos y a un sistema de vida de subsistencia, se presentan en estas comunidades las consecuencias de la escasa preparación técnica para poder transformar su entorno y encontrar mejores condiciones de vida. La depredación de la naturaleza es uno de los caminos que sigue la población rural por falta de alternativas frente a sus condiciones de vida.

7. Por tanto, las políticas públicas que el país requiere implementar tienen que apuntar necesariamente hacia programas de desarrollo productivo, es por ello que considero urgente replantear la política agrícola en México. Está demostrado que en el mediano y largo plazos, esa alternativa resulta mucho más rentable y de mayor decoro para combatir la pobreza.

8. En este punto, el Banco Mundial promueve el desarrollo de habilidades empresariales en las zonas más desprotegidas del orbe a través de un programa de microcréditos rurales, en donde se muestra a los campesinos la importancia de considerar los costos de sus cosechas y las ganancias netas. Esta simple información permite a los trabajadores del campo planear sus ingresos y egresos y tener una mejor visión de la importancia de su trabajo.

Tomemos conciencia de que nuestra pobreza no es sólo de ingreso, también lo es de carencia de capacidades. El analfabetismo que persiste de manera especial entre la población indígena es un gran obstáculo para el crecimiento, así como los bajos niveles educativos y de capacitación que enfrenta el sector rural.

9. El discurso de la igualdad y equidad en los ingresos únicamente tendrá viabilidad si se dota de herramientas suficientes a la población para salir de la pobreza por sí misma. El paradigma de desarrollo debe cambiar, el enfoque de la salud universal, en el que se incluye desde luego la nutrición, es un primer paso. Así se contemplará en la plataforma electoral del PRI para el 2012, reconociendo que es la primera garantía que se debe dar a toda persona; la segunda, es la educación, en sus diversas modalidades. México requiere encontrar un mejor rumbo hacia el futuro.

10. Ante estos desafíos, el Gobierno debe romper la tentación del corto plazo y apostarle a las políticas que generen el crecimiento acompañado de una mejor distribución del ingreso. Nuestro país tiene la obligación de alcanzar un círculo virtuoso fincado en salud-educación-empleo que termine de una vez por todas con el arquetipo de la desigualdad y la carencia de las oportunidades.

Sin duda, México necesita desarrollar un nuevo modelo de país, diseñar una Patria Nueva en la que los preceptos constitucionales se cumplan a cabalidad y se reflejen con hechos en la calidad de vida de su población.

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