miércoles, 27 de abril de 2011

La reforma política ¡Ya!

Patria Nueva
Fidel Herrera
27 de abril de 2011

1.- En una de mis entregas anteriores (23 de marzo de 2011) abordé la enorme convicción y empuje que mostró el grupo parlamentario del PRI en el Senado, para sacar adelante la reforma política en el actual periodo de sesiones. En el fondo, significa concretar los cambios que encausen a nuestro sistema de gobierno por el rumbo de la modernidad, el desarrollo democrático y la justicia social.

Y es que la reforma política llevaba mucho tiempo sin manifestar avances sustanciales: tanto en 2005, 2006 y 2007 se presentaron propuestas; en 2008 fueron dos; en 2009 tres, incluyendo la del 15 de diciembre del Ejecutivo federal; en 2010 el PRD-Convergencia-PT presentaron la suya, al igual que lo hizo el PRI el 28 de febrero por conducto del senador Manlio Fabio Beltrones Rivera; el Partido Verde hizo lo propio; en lo individual otros senadores presentaron cinco iniciativas más.

2.- Los temas abordados desde 2005 fueron varios e incluyen candidaturas independientes; segunda vuelta electoral en la elección presidencial; reelección de legisladores y ediles; facultades de veto presidencial; elevación del porcentaje electoral para registro de partidos; ratificación del gabinete; autonomía del Ministerio Público; fuero constitucional, y declaración de procedencia.

También encontramos temas tan relevantes como el juicio político; revocación del mandato; formato del informe presidencial; suplencia en ausencia total del Presidente; capacidad investigadora de la Suprema Corte, y fortalecimiento de la CNDH, entre otros.

3.- Las dimensiones de la lista anterior ilustran con enorme claridad lo complicado que fue definir una agenda de reforma integral. También indica las numerosas áreas de oportunidad presentes en nuestro sistema político que son susceptibles de ser mejoradas y, por tanto, atendidas.

4.- A pesar de estas complejidades, hubo avances en algunos terrenos. De hecho, ya se esperaba que el Senado de la República aprobara una reforma política antes del 30 de abril que incluyera candidaturas ciudadanas, reelección inmediata de legisladores, iniciativa preferente, ratificación de consejeros de los órganos reguladores, sustitución del Presidente de la República en caso de ausencia absoluta, incluso hasta una reconducción presupuestal, entre otros temas que se reservaron para su discusión en lo particular.

5.- Si bien todos los puntos que abordó el dictamen son importantes, existe uno que por su naturaleza puede evitar que el país vuelva a caer en la parálisis legislativa que, en materia de reforma política, hemos experimentado en los últimos años. Me refiero a los mecanismos de democracia semidirecta, como lo son la iniciativa ciudadana, referéndum, plebiscito y la consulta popular.

6.- De la aprobación de estos mecanismos, el Poder Legislativo estará en posición de convocar a una consulta popular cuando los legisladores la soliciten para conocer el sentir de la nación sobre un tema específico.

Si bien los mecanismos de la democracia semidirecta no deben ser utilizados de manera habitual en una democracia consolidada, resultan de suma utilidad para destrabar las negociaciones entre las fuerzas políticas representadas en el Congreso o cuando la magnitud de los cambios propuestos requieran de la aprobación manifiesta y mayoritaria de los ciudadanos.

7.- Europa nos lleva mucha ventaja en ese aspecto. Han utilizado el referéndum de manera exitosa en la ratificación de los Tratados de Maastricht que dieron forma a la Unión Europea.

Incluso en la centenaria democracia del Reino Unido está a discusión la creación de un nuevo sistema electoral, cuya aprobación vía referéndum permitiría la designación de parlamentarios por el sistema de representación proporcional.

En Latinoamérica la figura del referéndum o plebiscito se ha utilizado en 40 ocasiones. Resalta el más reciente organizado en Bolivia, con el cual esa nación hermana refundó su Constitución en un proceso que resultó ampliamente legitimado por los ciudadanos.

8.- Para México los recursos de la democracia semidirecta pueden detonar el cambio que demanda el sistema político. Más allá de lo que representan otras modificaciones importantes, estos instrumentos tienen el potencial de orientar al país por la ruta de la innovación y la renovación institucional. Un camino que obligará a actores políticos y representantes populares a estar más atentos a los intereses ciudadanos y que el PRI está liderando en el Congreso con sus propuestas.

9.- El hecho de que el dictamen elaborado por las comisiones unidas de Puntos Constitucionales, Reforma del Estado y de Estudios Legislativos del Senado haya sido aprobado en lo general significa un logro mayúsculo para el país. Esperemos que las discusiones y diferencias que aún prevalecen en diversos temas relevantes puedan ser solventadas esta misma semana.

10.- Abordar el tren de la modernidad que otros países de América Latina ya tomaron, pasa necesariamente por la reforma política que discute el Senado y que cuenta con el consenso de las fracciones parlamentarias en él representadas.

Estoy convencido de que nuestros legisladores han antepuesto el interés nacional al de grupo o partido. Reconozco también en la reforma la virtud de una implementación gradual necesaria cuando se abordan modificaciones constitucionales importantes.

Esta reforma política restablece el equilibrio entre los poderes, propicia la profesionalización del poder Legislativo y la rendición de cuentas; además, cubre diversos vacíos y omisiones de procedimiento de nuestro texto constitucional. En suma, es una reforma que profundiza la democracia de los mexicanos.

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