miércoles, 25 de julio de 2012

Una política industrial para el empleo

Patria Nueva 

Fidel Herrera Beltrán

25 de julio de 2012
 

El reporte "Doing Business 2012" que realiza anualmente el Banco Mundial con el objetivo de medir las oportunidades de inversión en las diferentes economías del mundo, se centró este año en los temas de transparencia y acceso a la información que requieren las empresas para cumplir su función sustantiva. De un total de 183 países, México se ubicó en el lugar 53 de la clasificación, avanzamos sólo una posición respecto al año anterior, lo cual es un indicador de que tenemos reformas y políticas públicas pendientes para atraer inversión generadora de empleo y riqueza.

Recordemos que tras el abandono del modelo de sustitución de importaciones, en 1982, el Estado mexicano emprendió reformas importantes para facilitar la llegada de capitales de inversión, tanto nacionales como extranjeros, y mejorar nuestra competitividad a nivel internacional.

El cambio en la política industrial se consolidó con la inserción de México en el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT) en 1986, que posteriormente se transformaría en la Organización Mundial de Comercio. A partir de entonces, los aranceles bajaron un promedio de 20 por ciento con la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio. Así mismo, se impulsaron reformas de apertura comercial para reducir la dependencia de nuestro país de las exportaciones petroleras. Estas acciones se reforzarían con la suscripción de diversos tratados comerciales, especialmente el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

En esa dirección, el reporte mencionado se distingue por un estudio realizado a nivel municipal en nuestro país, sobre la mejora regulatoria en la entrega de licencias de funcionamiento, que permitió incrementar los negocios en 5 por ciento y que el empleo creciera 2.2 por ciento, sobre todo, en los municipios con mayores niveles de transparencia y políticas para inhibir la corrupción.

La competencia generada por el incremento en la oferta hizo que bajaran los precios en 0.6 por ciento en la República; el estudio, por tanto, reafirma que las mejoras regulatorias y la disposición efectiva de información para hacer negocios son determinantes para el desarrollo y la competitividad de las economías.

De acuerdo con el mismo reporte, México ocupa el décimo primer lugar a nivel mundial en función al tamaño de su Producto Interno Bruto. A nivel interno, las entidades donde existen mejores oportunidades para la inversión productiva, son: Colima, Aguascalientes y Chiapas; Guanajuato sigue siendo el estado donde se abre un negocio con menos restricciones.

Paradójicamente, el Distrito Federal, en donde se encuentra la mayor concentración de empresas a nivel nacional, es también la entidad con menor agilidad para abrir un negocio y garantizar las relaciones contractuales entre particulares, al ocupar el trigésimo lugar entre las 32 entidades federativas.

Destaca, sin embargo, que en el cien por ciento de las entidades federativas se presentaron esfuerzos de mejora regulatoria, lo que permitió que desde el año 2006 más de la mitad hayan disminuido el tiempo necesario para la apertura de un negocio a la mitad.

Aún queda mucho por hacer, el estado de Guanajuato marca el parámetro a alcanzar por los demás, que en el peor de los casos les lleva 50 días otorgar un permiso de construcción, por ejemplo.

El reporte Doing Business 2012, sin duda, es una herramienta analítica de utilidad, que nos permitirá tomar decisiones sobre lo hecho y lo que sigue pendiente para mejorar el clima de negocios en nuestro país. "La información es poder" y los estudios de este tipo generan nichos de oportunidad para mejorar y conseguir ser más competitivos a nivel internacional, promover nuevas inversiones y generar más empleo.

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Futuro y esperanza

19 de Julio de 2012

Concluido el proceso electoral y atendiendo el mandato que más de 50 millones de ciudadanos expresaron en las urnas el pasado 1 de julio, es tiempo de atender los temas importantes de la agenda pública nacional. El principal de ellos es ¿Cómo hacer de México un país competitivo en el contexto de una economía mundial con bajo crecimiento?
Para alcanzar el propósito señalado debemos buscar que en el curso del primer ejercicio fiscal del nuevo gobierno, se consoliden las reformas necesarias para transformar la economía y las formas de hacer política en el país.

La presión de quienes votaron por la alternancia será intensa, por ello, la capacidad de consenso que demuestre el nuevo gobierno será crucial, no sólo para promover la reforma fiscal integral, la energética, la laboral, la de procuración y seguridad pública, salud y educación, sino para impulsar que todas las fuerzas políticas se integren a un proyecto nacional de unidad, para que en la diversidad se encuentren convergencias temáticas.

El mundo confronta un proceso lento de crecimiento derivado de los conflictos financieros internacionales que se han generado en Europa. Incluso economías emergentes como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, los denominados BRICS, están reduciendo su nivel de crecimiento por la caída del poder adquisitivo de las naciones desarrolladas. No obstante la percepción inicial, los BRICS se aprestan a fortalecerse internamente, incrementando la inversión pública de modo que puedan construir una plataforma de bienes y servicios que detonen el crecimiento, esperando tiempos mejores.

México debe entrar en la misma dinámica de desarrollo y no tenemos mucho tiempo. Lo que se haga en el primer año del sexenio, será fundamental para los restantes cinco, así como para las próximas dos décadas. Rezagar reformas fundamentales nos aleja de la posibilidad de ser la quinta o sexta economía del mundo dentro de 30 años. La tarea principal será fortalecer las finanzas públicas y lograr que los impuestos que paguemos financien sanamente las necesidades de inversión del estado.

Si se consolida una reforma fiscal adecuada y logramos que con nuestros impuestos se financie la inversión para el desarrollo, estaremos fortaleciendo todas las áreas de nuestra actividad económica; el objetivo es superar el 40% que actualmente representan del gasto público.

Para verdaderamente ser un país con nuevas posibilidades de crecimiento debemos promoverlo con nuestros propios recursos. Es nuestra mejor alternativa.

El nuevo Congreso de la Unión

18 de julio de 2012

Con el triunfo alcanzado en las urnas por la coalición "Compromiso por México" PRI-PVEM, las diferentes fracciones políticas que comparten un mismo proyecto de nación en el Poder Legislativo Federal se ven fortalecidas por el llamado a la participación en un proyecto conjunto para el desarrollo de México.

La tarea de la Legislatura entrante será construir los consensos que materialicen las reformas que México necesita para consolidar su desarrollo. En particular, atendiendo los diez compromisos que el candidato del PRI-PVEM planteó para fortalecer la economía familiar, una agenda completa, cuyos contenidos son de suma importancia para lograr que la estabilidad macroeconómica alcanzada se refleje en los bolsillos de todos los mexicanos.

Impulsar el alza en los salarios de los trabajadores mexicanos requiere de una reforma de fondo de la Ley Federal del Trabajo. Esta necesaria revisión se justifica en el hecho de que nuestro país no puede permanecer rezagado frente a otras naciones que impulsan el incremento de la flexibilidad laboral a fin de fortalecer su competitividad industrial y comercial en los mercados globales.

Las medidas que permitirán reanimar la economía mexicana, evitando que se eleven los precios de los alimentos básicos, serán reflejo del diseño político del Presupuesto de Egresos de la Federación. En este sentido, deberá ser prioritario el apoyo a la productividad agrícola y los recursos destinados para impulsar el crecimiento y el empleo en esta actividad económica.

La reforma energética, por su parte, será fundamental para lograr un descenso en los costos de la energía, que ahogan no sólo a la población más vulnerable, sino a la planta productiva, encareciendo los insumos y limitando la capacidad competitiva.

En materia educativa, el Congreso tendrá que revalorar nuestro sistema de enseñanza en su conjunto. Brindar educación de tiempo completo y otorgar a los educandos útiles escolares y becas para el transporte, "laptops" para 5º y 6º años de primaria, la ampliación del Pronabes, así como promover la creación de 40 mil escuelas de tiempo completo en educación básica, son medidas esenciales de la nueva política educativa.

El fortalecimiento de programas sociales como Oportunidades y 65 y más, representa también la oportunidad para revisar su implementación y plantear las reformas legales para hacerlos más justos y efectivos. Al mismo tiempo, se impulsarán programas como el seguro para mujeres que son cabeza de familia, mejoramiento de la vivienda, piso y techos firmes, construcción de caminos y clínicas rurales, drenaje, electrificación y agua para todos, además de los programas de empleo temporal, seguro de desempleo y seguridad alimentaria.

De igual modo, las reformas al sistema de seguridad social buscarán su universalidad, eficiencia y eficacia. En este rubro encontramos el fortalecimiento de instituciones como el IMSS, el ISSSTE y el Seguro Popular; a dichas reformas, deben sumarse el mejoramiento de la salud de la mujer y las personas de la tercera edad.

Los ejes rectores de la nueva política pública serán las reformas mencionadas, así como la reforma del Estado y la política de seguridad pública. Algunas de ellas pueden incluso abordarse de inmediato, durante los cinco meses que existen entre la publicación del resultado electoral del 1 de julio y la toma de protesta. En esta agenda se encuentra la viabilidad del nuevo proyecto de Nación.

En suma, los integrantes del Congreso de la Unión tendrán la gran responsabilidad de definir la ruta que México adopte en el siglo XXI para promover el desarrollo nacional. Así de grande es la oportunidad que se presenta.