viernes, 3 de junio de 2011

Fidel Herrera Beltrán participó en un importante congreso en Aguascalientes

El año entrante se pondrá a prueba la reforma electoral 2007-2008


*2012: triple exigencia para diputados, senadores y Presidente de la República

*Habrá 14 elecciones estatales coincidentes; cinco para renovar Gobernador



Aguascalientes, Ags.- En el Auditorio Ignacio T. Chávez de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, el ex Gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, clausuró los trabajos del Congreso Regional de Ciencia Política, organizado por la Asociación Nacional de Estudiantes.
Como corolario de una semana en la que varios gobernadores y legisladores de la República visitaron el Estado de Aguascalientes, quien ha sido varias veces legislador por Veracruz habló sobre las reformas electorales, frente a los estudiantes universitarios que llenaron el auditorio de posgrados de la institución.
En su conferencia magistral, el doctor Herrera Beltrán habló de los cambios que los ex presidentes de México hicieron a la legislación electoral. Considera, sin embargo, que “en esta Reforma del Estado mexicano, don Jesús Reyes Heroles, entonces Secretario de Gobernación, jugó un papel de vital importancia en la negociación con las diversas fuerzas políticas.
“La reforma electoral de 1977 marcó un parteaguas para el sistema político mexicano en su conjunto. Con las reformas electorales realizadas a partir de 1977, a lo largo de veinte años se fue incrementando la competitividad electoral.
“Hacia el final de la presidencia de Miguel de la Madrid en noviembre de 1986 se presentó a debate un paquete de reformas a la Ley Electoral, que pretendieron ampliar su sustento jurídico y el compromiso ciudadano frente a sus propios derechos políticos.”
A iniciativa del PRI -comentó Fidel Herrera- a partir de 1989 se inició una serie de discusiones internas encaminadas a presentar opciones hacia una reforma electoral, que después de haber sido propuesta al Legislativo y discutida en ambas cámaras entre todos sus representantes populares, se materializó en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe).
“Con este Código se creó una institución autónoma para organizar y sancionar elecciones: el Instituto Federal Electoral (IFE), el cual sustituyó a la Comisión Federal Electoral que dependía directamente de la Secretaría de Gobernación.
“En 1996 se dieron los cambios más importantes, los cuales dieron paso a un reconocimiento general sobre elecciones libres, justas y transparentes: autoridad electoral en la figura de consejeros independientes, y a la par un Tribunal Judicial independiente para la resolución de disputas, calidad de acceso a medios gubernamentales, regulación del financiamiento a los partidos y equidad de oportunidades en acceso a medios de comunicación.”
Esta ley es la que tiene mayor grado de justicia y permite niveles mayores de competitividad. De hecho, gracias a este marco normativo, las elecciones de 1997 fueron reconocidas por muchos como las que marcaron la conclusión exitosa de las reformas electorales emprendidas.
Sin embargo, mencionó que de 1997 al año 2006 la democracia en México se adulteró: Las campañas se encarecieron; el debate político bajó de nivel con un escaso contenido, al mismo tiempo que se volvió más agresivo y personal; se gastaba más y más dinero para costear largas contiendas; había compra masiva en radio y televisión. Lo más importante que se detectó entre 2000 y 2006 fue una rendición del Estado a los intereses de los consorcios de los medios.
En la reforma electoral de 2007 se modificaron nueve artículos a la Constitución Política en lo referente al sistema de partidos; equidad de competencia; modificaciones al Instituto Federal Electoral y al Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial, así como la reestructuración de fechas en elecciones locales.
El país avanzó hacia un sistema que privilegia la alta competencia electoral y, con ello, se apuntaló el carácter plural de la participación ciudadana en política. De ese modo, los avances alcanzados en materia electoral permitieron que en 2009, la última elección federal, se redujeran los costos de las campañas, haciendo más transparente la aplicación de los recursos públicos y privados.
Para finalizar comentó que ahora es urgente una reforma legal, que apuntale la exigencia del recuento de votos, pero también de la certeza de los resultados electorales.