lunes, 17 de febrero de 2014

El TLCAN y el Acuerdo de Asociación Transpacífico

En la próxima Reunión Cumbre de Presidentes de los países que integran el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), a llevarse a cabo el 19 de febrero en la ciudad de Toluca, no figura en la agenda de trabajo la posibilidad de abrir este Tratado a una negociación.
Se vislumbra que su modernización pudiera darse en el marco de otro instrumento de liberalización económica en el que actualmente participan México, Estados Unidos y Canadá: el Acuerdo de Asociación Transpacífico (AAT), así como a través de una posible negociación migratoria que integre el factor laboral, como una ruta paralela al necesario ajuste del TLCAN.
La primera postura fue reafirmada por la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Penny Pritzker, en su reciente visita a México. El planteamiento es novedoso, reconoce limitaciones al Tratado que obedecen a la dinámica que ha registrado el mundo a veinte años de su entrada en vigor, al uso intensivo de internet en los mercados globales para la comercialización de bienes y servicios, los derechos laborales, la protección ambiental, y otros temas que están siendo abordados en diversos mecanismos de apertura comercial multilateral.
En este escenario sobresale la nueva realidad mexicana a partir de las reformas fundamentales promovidas en 2013, y que incrementan las posibilidades de inversión extranjera en nuestro país en sectores estratégicos como los de telecomunicaciones, generación de energía o la industria petrolera.
La postura que se impulsa es que los tres países caminen juntos con una visión compartida que les brinde nuevos beneficios respecto a la posibilidad de incursionar en los mercados globales con mayor competitividad y como uno de los bloques comerciales más dinámicos del mundo, tal sería el caso del Acuerdo de Asociación Transpacífico.
El AAT integra a 12 naciones. Originalmente, en 2005, fue conformado por Brunei, Chile, Nueva Zelanda y Singapur; ocho naciones más están en negociaciones para integrarse a este Acuerdo: Australia, Canadá, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Perú y Vietnam. En conjunto estos 12 países representan 40 por ciento de la economía mundial.
Integrar al AAT aspectos complementarios al TLCAN ofrecería importantes ventajas, al evitar que los sectores económicos de los tres países entren en incertidumbre respecto a lo que ya regula sus relaciones comerciales e inicien rondas de cabildeo para obtener mayores beneficios; asimismo, una postura conjunta de ingreso al AAT, que integre temas no abordados en el TLCAN, implicará en los hechos su modernización.
Es indiscutible que a dos décadas de la vigencia del TLCAN los beneficios para las naciones que lo integran son palpables. El comercio entre América del Norte se triplicó, lo que representa un total de 500 mil millones de dólares anuales.
Como lo expresó el canciller mexicano, José Antonio Meade Kuribreña, respecto a las negociaciones de México, Estados Unidos y Canadá con el Acuerdo de Asociación Transpacífico, Europa y el TLCAN: “Pensamos que la visión de los tres países debiera ser eventualmente que estas tres negociaciones bilaterales convergieran hacia una sola”, planteamiento que parte de la postura del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en el sentido de promover el comercio mundial para que sus beneficios se extiendan a otras latitudes.
En alguna ocasión el expresidente español Felipe González comentó que el TLCAN era una verdadera hazaña de talento y una ruta excelente para la distribución regional del bienestar. Es tiempo de actualizarlo a los intensos cambios que la globalización económica ha generado en los tres países que lo integran.

La II Cumbre de la CELAC: Estrechar los lazos con Latinoamérica y el Caribe

La Segunda Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), fue llevada a cabo en días pasados en La Habana, Cuba, con la presencia de 33 presidentes y representantes de las naciones que la integran.El tema principal de la agenda de trabajo fue el compromiso de los participantes por encontrar mejores políticas públicas para abatir el hambre, la pobreza y la desigualdad social que afecta a millones de latinoamericanos.
Justamente en el Congreso mexicano fueron aprobadas reformas coincidentes con esta agenda, entre las que resalta el seguro de desempleo y el sistema de pensión universal para ciudadanos de 65 años y más.
El encuentro de jefes de Estado y de gobierno en La Habana le dio la oportunidad a México de compartir los programas que en el tema de la pobreza y la desigualdad viene impulsando el Gobierno de la República, en coordinación cercana con los gobiernos estatales, municipales y organizaciones de la sociedad civil, como es la Cruzada Nacional contra el Hambre.
La Cumbre resultó propicia para que el presidente Enrique Peña Nieto afianzara la política exterior al entrevistarse y compartir experiencias con los mandatarios de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Colombia, Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Perú, San Vicente y las Granadinas, países con los que se comprometió a seguir fortaleciendo la unidad latinoamericana y a alentar la integración económica de la región.
De especial relevancia resultaron los encuentros entre el presidente Enrique Peña Nieto y el presidente cubano Raúl Castro Ruz, así como el fraternal saludo al comandante Fidel Castro, líder histórico de la Revolución Cubana.
La visita presidencial a Cuba confirma que México tiene un serio compromiso con ese país para acompañarlo en el proceso de actualización de su modelo económico y social, que sin duda generará nuevas fuentes de riqueza para la sociedad cubana y diversificará las oportunidades de inversión para empresas mexicanas.
Como resultado de la visita oficial, se vislumbra una nueva relación propositiva en los ámbitos político, comercial y económico entre las dos naciones. Cuba es el segundo socio comercial de nuestro país en el Caribe, con un intercambio anual de 300 millones de dólares, cifra que se encuentra por debajo de su potencial, sobre todo en materia biomédica, turística y cultural.
Finalizada la primera gira del Presidente en América Latina, el país se prepara para hospedar en este año importantes eventos internacionales que permitirán apuntalar la estrategia de promoción turística y la política de atracción de inversiones productivas.
Por un lado, se llevará a cabo el próximo mes de abril la VI Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe en la ciudad de Mérida, Yucatán, y por otro, se realizarán, en el puerto de Veracruz, la Cumbre Iberoamericana en el último trimestre del año y los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe durante el mes de noviembre.
A ello se suma la próxima celebración de la Cumbre de la Alianza del Pacífico en Cartagena, Colombia el próximo 10 de febrero, donde junto a Colombia, Chile y Perú, se firmará el Protocolo Adicional al Acuerdo Marco, el cual establece la desgravación arancelaria del 100% de los productos, y muy probablemente en junio se realice una Cumbre más de este exitoso mecanismo de integración regional en nuestro país.
México se mueve con mayor seguridad en el escenario internacional y con una agenda que se comunica y refuerza las prioridades de política interna. Es uno de los grandes resultados que se han alcanzado durante la presente administración.