miércoles, 27 de julio de 2011

Empleo y seguridad: urgencias sociales inaplazables

Patria Nueva


1. Dada la estructura poblacional y el llamado bono demográfico, México requiere generar por lo menos un millón de empleos anuales para satisfacer la demanda de los jóvenes que cada año se incorporan al mercado de trabajo, pero que no encuentran colocación. A juzgar por las cifras oficiales, estamos muy lejos de alcanzar esa meta, sobre todo si consideramos que para lograrlo requerimos una tasa de crecimiento anual de cinco por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), ya que se estima que por cada punto porcentual se generan 200 mil empleos.


2. De acuerdo a las cifras oficiales proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), al cierre del primer semestre de este año, la tasa de desempleo en México fue de 5.42 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA). Esto indica que en el país hay 3 millones 582 mil personas que no encuentran trabajo. Tan sólo durante el mes de junio el incremento de desempleados fue de 75 mil.


3. En los primeros cinco meses del presente año se crearon 327 mil 81 nuevos empleos. Por sí misma, esa cifra podría sonar alentadora si no fuera porque en el mismo periodo del año pasado se crearon 445 mil 207 puestos de trabajo, esto es, casi 118 mil empleos más de los que se tienen contabilizados en 2011.


4. Es claro que la política económica adoptada no ha funcionado para explotar las fortalezas que tiene nuestra economía y desarrollar el mercado interno. Es urgente promover la inversión pública en sectores estratégicos como el agroalimentario, el energético y el turístico, que dadas las condiciones de la economía global, presentan un enorme potencial.


De otro modo, seguiremos con una economía estable en la frialdad de los indicadores macroeconómicos, pero incapaz de mejorar la calidad de vida de su población más vulnerable y con trabajadores informales que producen hasta un 8 por ciento del PIB. Como afirma Augusto de la Torre, economista del Banco Mundial, México vive indicadores económicos nacionales sanos, pero que no generan empleos formales.


5. Con esa inercia, el actual modelo económico lejos de fortalecer el abatimiento de las desigualdades sociales, fomenta la división del país en grupos sociales antagónicos. Hoy confluye una clase media activa que se inserta con cierto éxito en los circuitos tecnológicos y en la economía mundial, y otra muy pobre y marginada, la mayoría, que se expande rápidamente por la falta de oportunidades y que ha encontrado en la migración, la delincuencia o la informalidad un modus vivendi que a nadie beneficia.


6. Por el lado de la competitividad tampoco nos ha ido muy bien en la última década. De acuerdo con la medición que realiza el Foro Económico Mundial a 139 países, en los cuatro años de la actual administración, México ha perdido 14 lugares en ese renglón.

7. Lo cierto es que combatir la inseguridad, abatir el desempleo y promover la competitividad del sector público y privado debieran ser los componentes de una misma política pública integral. Incluso, el rezago que enfrentamos en esos rubros, da elementos suficientes para plantear la renovación de nuestro proyecto de nación. El Estado mexicano requiere garantizar el ejercicio democrático de los derechos ciudadanos y fortalecer la solidaridad y la generación de oportunidades para todos.

8. Para lograrlo, es necesario establecer estrategias de mediano y largo plazos, y desde luego tener una visión de futuro. México requiere de reformas legales pertinentes y adecuadas a la realidad que vivimos; de acciones que den impulso a las cadenas productivas y que establezcan condiciones propicias no sólo para alentar la inversión privada nacional y extranjera, sino también focalizarla donde sea más rentable social y económicamente. Ello se logrará si somos capaces de diseñar un nuevo proyecto de país.

9. Hoy más que nunca requerimos entender los nuevos desafíos del mundo globalizado que demanda conocimientos, capacidad de competitividad y asimilación de la rápida transformación que ofrece el avance en la tecnología. Es primordial favorecer la adaptación de la economía mexicana a estos procesos de cambio.


No debemos equivocar el camino, la única forma de abatir la pobreza es creando empleos e invirtiendo en dos sectores clave: salud y educación. Si la población tiene salud, cuenta con posibilidades de trabajar y tener un ingreso al contar con un activo: su fuerza laboral, y si alguien trabaja, tiene la posibilidad de prepararse, estudiar, capacitarse y aprovechar las oportunidades que se presenten. Es un círculo virtuoso. Los países asiáticos lo entendieron hace décadas y ahora son potencias globales, nosotros debemos hacerlo pronto para salir del estancamiento.


10. El reto de la Nueva Nación que proponemos para México está en generar la democratización de oportunidades, donde hombres y mujeres puedan tener las mismas posibilidades de obtener un empleo, donde el Estado incentive la innovación y la creación de valor para reactivar el mercado interno.


Hacer crecer la economía no sólo es una prioridad, es una necesidad ineludible.






miércoles, 20 de julio de 2011

Gobierno rico, pueblo pobre: carestía, riesgo para la paz social

Patria Nueva
Fidel Herrera Beltrán
20 de julio de 2011

1. En los últimos años, 121 de 123 productos incluidos en la canasta básica incrementaron su precio en casi un 35 por ciento, por lo que el poder adquisitivo de la población se ha visto seriamente afectado. En 2007 un kilogramo de frijol costaba 12.50 pesos, hoy se compra en 17.00. El arroz pasó de 8.50 a 14.00 pesos en el mismo periodo; mientras que un kilo de papa valía 5.00 pesos en 2007 y hoy cuesta 18.00.

Tal escalada de costos se traduce también en una menor capacidad de la gente para consumir otros productos, ya que de manera constante necesita más recursos para adquirir la misma canasta de bienes y servicios. Es evidente que el bolsillo de los mexicanos está vacío. Dispone de poco o muy poco para destinarlo a alimentos, ropa, calzado y techo para sus familias.

2. En conjunto, estos incrementos afectan sin duda a los asalariados y destrozan a los desempleados. A esta angustia por asegurar la alimentación de las familias hay que sumarle la inquietud por la inseguridad.

3. Es cierto que la economía mexicana ha sido capaz de atraer más ahorro externo y que ha mantenido la estabilidad cambiaria y el déficit presupuestal en niveles razonables. Al mismo tiempo, ha podido enfrentar con cierta eficiencia los vaivenes de los mercados globales. Sin embargo, se ha quedado muy corta en la tarea de combatir la pobreza, alentar el ahorro y la inversión, y ha descuidado la salud del mercado interno.

A los gobiernos de derecha les resulta cada vez más difícil vender la idea de que la estabilidad macroeconómica ha favorecido la distribución del ingreso y el bienestar general de la población. Tan es así que, en los últimos lustros, América Latina ha tomado un viraje hacia el centro-izquierda del espectro político-electoral. Esto es, hacia propuestas progresistas enfocadas hacia el combate a la pobreza.

4. En ese panorama general, México no es la excepción. De acuerdo con cifras presentadas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval), en el año 2008, del total de mexicanos, 44.2 por ciento vivía en condiciones de pobreza.

En otras palabras, 36 millones de personas presentaron pobreza moderada (33.7 por ciento de la población) y 11.2 millones padecieron pobreza extrema (10.5 por ciento de la población total).

5. Así, de 2008 al año 2010 se incrementó en 7.6 por ciento el número de mexicanos que no reciben ingresos suficientes para adquirir los productos de la canasta básica, y con el ritmo al que se elevan los precios mes con mes, no habrá programa social emergente que pueda frenar, por no decir revertir, la entrada de nuevos ciudadanos en los terrenos de la pobreza. Esta realidad, no deja en un buen lugar a la administración panista que gobernó México en el periodo 2000-2006, ni tampoco a la actual que terminará en 2012.

6. En cambio, tenemos un gobierno rico en detrimento de ciudadanos pobres. La política instrumentada por el Gobierno federal en los últimos diez años ha faltado a la promesa de mejorar el nivel de vida de los mexicanos, y el problema no es la falta de recursos. Por ejemplo, al finales de 2010, los fondos para el retiro ascendieron a 1,384.9 miles de millones de pesos, que equivalen al 10.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB); por otro lado, el Banco de México ha acumulado reservas internacionales que rebasan los 130 mil millones de dólares, cuyos costos de almacenamiento son altos, y lo que es aún peor, deja sin destinar recursos al desarrollo interno.

A lo anterior, también hay que sumarle los casi 100 mil millones de pesos en subejercicios, es decir, el dinero que el Gobierno tenía programado para la inversión en diversos programas y que no gastó durante el año. Además de esto, consideremos la recaudación derivada del aumento al precio de las gasolinas y de los excedentes recibidos por el precio internacional del barril de petróleo por encima de 104 dólares, así como el crecimiento en la recaudación y en las tasas impositivas como el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Sin duda, buena parte de esos recursos bien podrían canalizarse para reactivar la actividad económica y la creación de empleos.

7. La paradoja económica es que vivimos en un país con indicadores macroeconómicos estables, pero de consumidores pauperizados. Si pensáramos en la población como un bosque, diríamos que desde la altura el conjunto se ve verde y sano, pero al adentrarnos en él, podremos apreciar que muchas de sus especies enfrentan una crisis severa y se marchitan, poco a poco, por falta de nutrientes.

8. La realidad del pueblo mexicano es que no ha podido superar los niveles de pobreza que los gobiernos de la alternancia prometieron, ni encuentra las oportunidades para salir de la situación precaria que prevalece.

9. Una administración que no escucha y no atiende las demandas de su población, no puede presumirse ni asumirse como democrática y representativa. Un buen gobierno lleva implícita la construcción de acuerdos que propicien la justicia social que demanda el pueblo de México.

10. Necesitamos apresurar las reformas pendientes, sobre todo la fiscal y la política. Es primordial redefinir nuestro Proyecto de Nación e impulsar una Patria Nueva y justa que democratice el acceso a las oportunidades y el empleo para las mayorías.

herrerafidel@hotmail.com

www.fidelherrera.blogspot.com

www.nuevanacion.org

miércoles, 13 de julio de 2011

En defensa de la industria arrocera nacional

Patria Nueva
Fidel Herrera Beltrán
13 de julio de 2011

1.El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) representó un parteaguas en la creación de una zona de gran pujanza económica; el intercambio comercial se ha multiplicado en forma exponencial, se ha dado certeza jurídica a la inversión y se siguen abriendo espacios para un crecimiento de enorme impacto para los tres países que lo integran, sobre todo en el sector manufacturero.

2. Una historia distinta encontramos en el ramo agroindustrial. Y es que en ningún ámbito de la relación entre Estados Unidos, Canadá y México hay mayor asimetría que en la situación que prevalece en el campo de estos tres países.

En los diez años que el TLCAN definió para equilibrar y desarrollar aquellas áreas donde claramente no se tenía la capacidad de competir con nuestros socios comerciales, no se instrumentaron las políticas ni las estrategias para hacer más competitivo al sector agrícola y ganadero.

3. Por otro lado, recordemos también que las llamadas "cartas paralelas al TLCAN", alteraron lo establecido al Tratado original en relación al comercio del azúcar y generaron confusión en la determinación de los excedentes de producción.

Todo lo anterior trajo como consecuencia que nuestros productores rurales se encuentren en franca desventaja frente a sus contrapartes, situación que difícilmente podrán afrontar sin el apoyo gubernamental.

4. Por el contrario, este renglón de la economía nacional se encuentra sumido en el rezago tecnológico, vencido estratégicamente en la desigual batalla de los mercados globalizados, con una población forzada a emigrar, desprovista de los servicios más elementales para contar con una vida digna y viviendo en condiciones de pobreza extrema.

5. Uno de los fenómenos más claros a este respecto y que hemos abordado en entregas anteriores, se ve reflejado en la producción azucarera nacional. Sin embargo, no es el único sector afectado. Veamos ahora el ejemplo de la producción de arroz.

En los últimos años hemos visto decrecer la producción arrocera nacional y, para 2011, de acuerdo a fuentes oficiales, disminuirá en 30 por ciento, dejando a miles de campesinos especializados en ese cultivo sin una fuente de ingreso. De hecho, una parte de ellos se encuentran laborando en los campos arroceros de Arkansas. Es lamentable que, incluso los pequeños propietarios rurales, se vean en la necesidad de abandonar sus tierras para emigrar a Estados Unidos y cultivar lo que perfectamente bien podrían hacer en el país.

6. México tiene un enorme potencial en la producción de este cereal. En la región del Pacífico los estados de Colima, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca y Sinaloa tienen una importante producción arrocera; de igual manera, en el centro del país, Morelos, Puebla y Querétaro; mientras que en el Golfo, Tamaulipas y Veracruz son también grandes productores.

Un impulso decidido a la producción nacional de arroz podría ser suficiente para abastecer oportunamente la demanda nacional e incluso generar excedentes de exportación hacia Europa, América Latina y los países orientales. Esto es oportuno, ya que la crisis mundial de alimentos ha sobrevalorado el precio de las commodities en los mercados internacionales. También ha hecho que los grandes productores mundiales, como China, India o Tailandia, fortalezcan sus inventarios y reduzcan sus exportaciones. Recordemos que para esas naciones, la producción de arroz es un asunto de seguridad nacional, como para nosotros lo es la del maíz y el frijol.

7. Para revertir el atraso del agro nacional y potenciar la producción de arroz en el país, coincido con Alejandro Díaz Hartz, dirigente del gremio arrocero mexicano, en el sentido de garantizar que la producción nacional sea de alto rendimiento. Es necesario generar apoyos estatales para lograr la reconversión tecnológica e impulsar proyectos de investigación que fortalezcan el conocimiento de los productores, de cara al cambio climático, y los efectos que tiene sobre los ciclos de las cosechas.

Del mismo modo, el Gobierno federal debe reactivar el subsidio que brinda a los campesinos para la compra de semilla. No es sustentable una política pública donde un año se apoya al productor, para después desentenderse en los siguientes.

8. México necesita un campo que produzca los alimentos que su población demanda. Se requieren políticas de largo aliento que reanimen la cadena industrial urea-amoniaco para la producción de fertilizantes y la creación de infraestructura adecuada para el almacenamiento de granos y centros de distribución y venta.

Esta visión también implica fortalecer la organización gremial, articular a los productores a través de redes consolidadas, como son la Confederación Nacional Campesina (CNC) y el Consejo Nacional Agropecuario (CNA).

9. Para alcanzar los objetivos planteados postulamos un federalismo agropecuario, de modo que la actividad agrícola se estructure como un paradigma de desarrollo, lo que implica superar el falso debate entre la agricultura familiar y la empresarial. En cambio, la propuesta es llevar las técnicas, la tecnología y la inversión de la agricultura empresarial al ámbito de la pequeña propiedad, mediante financiamiento y programas de educación formal, para que la población rural pueda asimilar mejor la capacitación e innovaciones tecnológicas.

10. Con esas medidas, estaremos en posición de recuperar esa parte de la soberanía que tiene que ver con la autosuficiencia alimentaria y que, por una falta de visión de futuro, permanece ausente de las prioridades del Gobierno federal.

herrerafidel@hotmail.com

http://www.fidelherrera.blogspot.com

http://www.nuevanación.org

miércoles, 6 de julio de 2011

Triunfo del PRI, triunfo de México

Patria Nueva
Fidel Herrera Beltrán
6 de julio de 2011

1. Los resultados de las elecciones en Coahuila, el Estado de México, Hidalgo y Nayarit, reflejan el intenso trabajo realizado por el Partido Revolucionario Institucional en todo el país, que ha fortalecido el diálogo entre la ciudadanía y sus representantes populares con propuestas concretas.

Los candidatos priìstas ganaron la confianza de los votantes por los resultados obtenidos en sus encargos públicos y su trayectoria en la administración pública. Ello es una prueba de la confianza que la sociedad tiene en nuestro instituto político y en los gobiernos que de él provienen.

2. Esa fuerza que se manifestó en las urnas, ahora debe traducirse en una fuerza política que promueva las Reformas fundamentales que requiere el país para iniciar una nueva etapa de desarrollo, en la que el crecimiento económico se entienda como el beneficio a las mayorías a través de la reducción de la pobreza de millones de mexicanos.

Por eso es instrumental el anunció de Humberto Moreira Valdés acerca del pacto interno entre gobernadores, senadores, diputados y aspirantes presidenciales, hecho para fijar la ruta interna para la construcción de la plataforma electoral que después se convertirá en el programa de Gobierno con que México gane.

3. Sin embargo, es necesario asumir una visión estratégica. Si bien los triunfos en esos estados colocan al priismo en una posición privilegiada de cara al proceso electoral del 2012, no es prudente echar las campanas al vuelo. Aún restan muchos meses para llegar a la elección presidencial, por lo que hay que sostener el ritmo, dirigir la vela hacia mejores vientos y trazar la ruta que lleve a México hacia el crecimiento y el progreso.

4. El próximo 13 de noviembre los electores de Michoacán decidirán en las urnas quién será su próximo gobernador. El 1 de julio de 2012 habrá elecciones federales para elegir al Presidente de la República, así como a los 128 senadores y 500 diputados federales que habrán de integrar la LXII Legislatura del Congreso de la Unión. También en los estados de Guanajuato, Jalisco, Morelos, Chiapas y Tabasco la ciudadanía emitirá su voto para seleccionar a sus gobernadores, y en el Distrito Federal al jefe de gobierno y a sus delegados políticos. 583 cargos municipales serán votados. Son once las jornadas locales que coinciden con las federales de 2012 y 14 las que habrá en 2012.

5. Para nadie es un secreto que el Gobierno del presidente Felipe Calderón hará hasta lo imposible por entregar la banda presidencial a un integrante de su partido. De hecho, se ha iniciado una pasarela mediática, donde participan secretarios de despacho con el afán de posicionar a quienes, hasta hace poco, eran desconocidos para la mayoría de los mexicanos.

6. La perspectiva del PRI es diferente. Para nosotros es prioritario el Proyecto de Nación, promover las Reformas fundamentales que urgen al país y que no pueden aplazarse por las coyunturas electorales. "El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones", dijo Winston Churchill.

Debemos seguir atendiendo los requerimientos de seguridad y empleo, pues es obligación del Estado mexicano trabajar por la seguridad pública. Debemos ir al análisis de la distribución territorial del poder democrático, que reafirme el carácter nacional del partido y las causas sociales. Hemos sido testigos de la fuerza del buen Gobierno: donde se sirve bien, se ganan las elecciones.

7. Otro punto prioritario es el de impulsar el mercado para crear empleos, porque la población en edad económicamente activa necesita fuentes de ingreso seguro y digno. Hay millones de manos jóvenes que no tienen acceso al sistema escolarizado y tampoco al mercado laboral. La inversión en este sector poblacional no puede seguir siendo aplazada, pues ahora es el momento de darles la oportunidad de generar la riqueza que necesitan para seguir adelante con un desarrollo sustentable.

Además, 9 millones de jóvenes votarán por primera vez el próximo 1 de julio.

8. Por ello, desde el PRI queremos mandar a la nación un mensaje de unidad que nos permita retomar el camino del crecimiento económico en base a una estrategia integral y federalista, que faculte a cada región acrecentar sus capacidades productivas, explotar sus recursos naturales con racionalidad, fortalecer al campo y aumentar la calidad de los servicios educativos.

La ruta la tenemos que trazar todos los mexicanos juntos, aunque hay que reconocer que la participación de todos los poderes públicos, del judicial y el legislativo, debe estar presente y no dejar la carga de iniciativa al poder ejecutivo.

9. De nada sirve que todos los actores políticos declaren que están a favor de un periodo extraordinario de sesiones si no se traduce, en los hechos, en reformas contundentes, que busquen modificar el estancamiento del país. Tal es el caso, por ejemplo, de la electoral, que cuenta con poco espacio de maniobra dados los tiempos para poder realizarla. Superado el periodo en el cual pueda resolverse y aplicarse en el 2012, habremos perdido un tiempo precioso que no recuperaremos jamás.

Lo mismo sucede con la Reforma fiscal, la energética y la política, por señalar algunas, sin olvidar que en materia de seguridad pública aún hay reformas que analizar.

10. Acusamos recibo del mensaje que nos dan las elecciones del pasado 3 de julio. Los priìstas estamos dispuestos a dar la batalla electoral del 2012, en la que recuperaremos la Presidencia de la República, y muchos puestos más de representación popular, pero sobre todo, el tiempo perdido durante dos sexenios.

Una patria nueva requiere de la participación de todos los mexicanos.

herrerafidel@hotmail.com

http://www.fidelherrera.blogspot.com

http://www.nuevanacion.org