miércoles, 2 de noviembre de 2011

Reactivar el mercado interno y el ingreso, prioridad de la Nueva Nación

Patria Nueva

Fidel Herrera Beltrán

2 de noviembre de 2011


1.- La reciente declaración del Premio Nobel de economía 2001, Joseph Stiglitz, en el sentido de que México debe ensanchar su clase media para enfrentar la desaceleración que se presentará en la economía estadounidense a lo largo de 2012, alerta sobre un tema que no ha sido abordado a cabalidad por el Gobierno federal en los últimos 10 años: la pobreza de ingresos.

2.- El enfoque actual del gasto público, dirigido a atenuar las condicionantes sociales que generan pobreza, dotando a las comunidades de piso firme, escuelas, hospitales, carreteras, agua potable, drenaje y electricidad es una estrategia que en la teoría es indiscutible, sería irracional oponerse a ella. Sin embargo, es también posible constatar frente a los resultados que esta política pública, aun cuando necesaria, ha mostrado ser insuficiente para reducir la situación de pobreza que hoy enfrenta más de la mitad de la población del país.

3.- No cabe la menor duda, es indispensable que todos los mexicanos cuenten con estos satisfactores, pero lo es aún más tener un empleo que les permita llevar a sus hogares los recursos suficientes para obtener alimento, vestido y calzado, así como para solventar los gastos de una vivienda digna.

4.- Lo cierto es que incrementar el tamaño de la clase media no está directamente relacionado con las obras y acciones que realizan los gobiernos para atacar la pobreza extrema, sino con la inversión en educación y la generación de empleos bien remunerados.

5.- La recomendación de Stiglitz es pertinente: nuestro país requiere de un abierto impulso a la inversión, de intensificar su modelo productivo, y de diversificar sus exportaciones y relaciones comerciales. De hecho, las políticas públicas económicas de los últimos treinta años se enfocaron a esto, por ello suscribimos veinte acuerdos comerciales con 49 países del mundo. Aun así, 80 por ciento de nuestras exportaciones siguen dirigiéndose hacia los Estados Unidos.

6.- Es comprensible entonces que la inminente desaceleración de la economía estadounidense resulte un síntoma de alerta para los sectores productivos donde el país muestra cierto dinamismo.

7.- Venderle a China, como lo hace Brasil, es una alternativa, la pregunta es ¿qué le vamos a vender?, si son precisamente sus manufacturas la principal competencia a nuestros productos en los mercados del vecino país del Norte. Ello sin mencionar que han logrado penetrar alarmantemente en nuestro mercado, provocando mayor desempleo. La incapacidad de las agencias federales para imponer aranceles compensatorios a estas mercancías es evidente.

8.- Resolver la paradoja de nuestras relaciones económicas internacionales no puede ser postergado para el mañana, éste será el principal reto que el nuevo gobierno federal tendrá que enfrentar durante el 2012-2018, periodo que será coyuntural para insertar a México en los mercados globales de manera exitosa.

La cita en las urnas pactada para el 1 de julio de 2012 no sólo determinará qué proyecto de nación queremos, sino también la posibilidad de hacer realidad un nuevo rumbo de equidad y justicia social.

9.- El impacto que genera la actividad delictiva en el inconsciente colectivo hace que la seguridad pública sea una prioridad para los mexicanos, pero sin lugar a dudas, una economía que genere riqueza de ingresos está muy relacionada con el abatimiento y el sometimiento a la ley de todas las bandas criminales.

10.- No podemos olvidar qué es la pobreza. De acuerdo a cifras oficiales, en México 57 millones de personas viven en esta situación, lo que significa que su principal preocupación es obtener los recursos para adquirir la siguiente comida del día. Buscar la forma de elevar su ingreso, debe ser entonces la prioridad.