miércoles, 15 de junio de 2011

Injustificada y riesgosa importación de azúcar

Patria Nueva
Fidel Herrera Beltrán
15 de Junio de 2011

1. A pesar de la peor sequía que el país ha enfrentado en nueve años, la producción nacional de azúcar aumentó en el último semestre, condición que pone en tela de juicio la decisión del Gobierno federal de incrementar el cupo de importación del endulzante en 150 mil toneladas.

2. El argumento que esgrime la Comisión de Comercio Exterior (Cocex) es que en nuestro país el producto sigue encareciéndose y que las cosechas de este año no alcanzarán para abastecer la demanda interna. Sin embargo, los productores azucareros señalaron enfáticamente que las medidas adoptadas por la Secretaría de Economía no concuerdan con la realidad.

Fuentes acreditadas de la industria azucarera indicaron que el precio actual al consumidor de este endulzante natural es incluso más bajo que el del año anterior. Un bulto de 50 kilos de azúcar se negoció por un valor de 547.26 pesos en 2010, mientras que en este mes su costo fue de 545.70 pesos.

3. Por otro lado, la producción al final de la zafra 2010-2011 será de cinco millones 178 mil toneladas -mayor a lo esperado y superior al periodo anterior- y por eso hoy, indiscutiblemente, los precios son más bajos que los registrados en 2010. En todo caso debemos evaluar los estimados de producción de caña que se tendrán para la zafra 2011-2012 y que tradicionalmente se dan a conocer en diciembre. Por tanto, incrementar la disponibilidad del producto sin conocer esos datos, podría distorsionar el mercado y poner en peligro las inversiones para el siguiente periodo.

4. De este modo, la medida del Gobierno federal no sólo es injustificada, sino que atenta contra uno de los pocos sectores dinámicos del campo mexicano. De hecho, la agroindustria azucarera aporta 8.6 por ciento del PIB agropecuario y genera cinco mil millones de dólares en divisas. Esto indica que no es necesario importar, y que más allá de esto, el Gobierno debiera enfocar su atención en combatir la entrada ilegal de azúcar de origen procedente de Sudamérica, tal y como lo manifestó Adrián de Jesús Sánchez Vargas, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera de la República Mexicana (STIARM).

5. Es obligación del Gobierno mexicano aprovechar nuestras ventajas competitivas para impulsar proyectos estratégicos que detonen el empleo, la productividad y rentabilidad en la producción agrícola. También lo es confiar en nuestros productores azucareros, asegurando así el ingreso económico de los productores de caña. De hecho, bien valdría la pena que el Gobierno federal busque nuevos mercados internacionales para los excedentes de la producción cañera, justo ahora que Brasil, uno de nuestros principales competidores, disminuirá sus exportaciones debido al periodo de lluvias y a que los precios internacionales nos favorecen.

Una patria nueva necesita de acuerdos entre todos los sectores productivos, y de manera muy especial, en el campo mexicano, del cual depende nuestra autosuficiencia alimentaria.

6. Reitero, es la hora de respaldar al campo mexicano, es el momento de hacer crecer al México rural, fortaleciendo y apoyando las expresiones del sector social y la organización gremial, articulando a los productores a través de redes consolidadas como la Cámara Nacional de la Industria Azucarera y Alcoholera (CNIAA), la Confederación Nacional Campesina (CNC) y el Consejo Nacional Agropecuario (CNA).

7. Esto lo podemos lograr con una política que respalde la mecanización del sector agrícola y la capacitación de sus trabajadores, así como con una mayor inversión federal en infraestructura de riego, que contribuya a garantizar precios e ingresos de las familias dedicadas al campo y aumente la producción por hectárea cultivada.

8. Esta línea de acción es urgente y sustantiva para reposicionar la rentabilidad de la industria azucarera mexicana, aprovechando al máximo su potencial para la generación de biocombustibles o como sucede en varios ingenios que producen de manera independiente energía eléctrica, a partir del bagazo de caña.

9. Los empresarios deben seguir siendo punta de lanza en la creación de negocios rentables, y al gobierno, como le corresponde, generar las condiciones para que esto se logre, pues la Constitución señala en el artículo 27 que la Nación tiene el derecho de lograr el desarrollo equilibrado y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población y ahora con mayor urgencia, garantizar la paz social del país.

10. Recordemos que hay una tendencia de menor migración de los trabajadores del sector azucarero. Este campo generoso, ahora en medio de la crisis de la economía y la seguridad que lastima a la sociedad, es el primero en recibir a los que pudieran tener la oportunidad de regresar a sus comunidades de origen.

Aumentar el cupo de importaciones de azúcar lesiona a nuestro campo. Me parece claro que si no defendemos a la industria azucarera, se introducirán tensiones delicadas en toda la cadena productiva: cañeros, jornaleros, transportistas, obreros, industriales y consumidores. No hay justificación alguna para vulnerar este bastión de la economía nacional. Por el contrario, hoy más que nunca debemos crear las condiciones para fortalecerlo.

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