jueves, 18 de octubre de 2007

No hubo elección de Estado: PAN

*Columna Sin Retoque, de Gina Domínguez Colío para Milenio El Portal



El 2 de septiembre no hubo elección de Estado, lo que tuvo lugar fue la respuesta ciudadana a un fenómeno político llamado Fidel Herrera Beltrán, y ésa es una explicación que proviene no de los panegiristas del Mandatario estatal, interesados o convencidos, sino, aunque usted no lo crea, de dos militantes notables, de los escasos que tiene el PAN en Veracruz.

En una charla, los panistas de manera desapasionada analizan los resultados de la pasada elección local y sin aspavientos ni rasgarse vestiduras sentencian simplemente que no hubo una gran derrota de su partido, sino una enorme victoria de Fidel Herrera, y agregan que la política es así, y que vendrán otras elecciones en donde su partido podrá reposicionarse, porque explican que el PAN logró casi 750 mil votos, cifra nada despreciable, y que Fidel Herrera no siempre estará al frente del PRI para hacerlo ganar.

Los panistas, institucionales, no entran de lleno a la autocrítica pero admiten que hubo muchos errores por parte de la dirigencia que encabeza Alejandro Vázquez Cuevas, malos candidatos, exceso de confianza, soberbia y una nula estrategia para enfrentar al fenómeno Herrera Beltrán, lo que provocó la aparente, insisten, catástrofe electoral.

Y añaden datos para documentar su optimismo: en la pasada elección estatal, cuando se disputó la gubernatura, el PAN con Gerardo Buganza obtuvo unos 900 mil votos; en la pasada elección presidencial rebasaron el millón de sufragios, y en ambos casos la nutrida votación fue empujada por dos candidatos y dos tipos de elección que despiertan mucho más interés en los ciudadanos que las llamados intermedias.

En las pasadas elecciones locales, admiten sin rubor, era imposible ganarle a un gobernador que se propuso ganar desde el primer día que asumió el poder, y que políticamente trabajó para ello 24 horas al día. No desestiman el dinero gastado en las campañas, pero creen que no fue un factor decisivo en los resultados electorales.

Incluso se atreven a señalar que si en Boca del Río se hubiese postulado a un candidato rojo, y no a un candidato sin identidad partidista como lo es Adrián Ávila, el desenlace hubiese sido similar al ocurrido en Veracruz, en donde, bromean, los porteños ni siquiera saben bien quién en Jon Rementería, pero tienen claro quién es Fidel Herrera.

Los panistas abordan también el tema de su partido, lamentan las malas decisiones que se tomaron en los meses recientes, cuestionan la pésima actitud política de Alejandro Vázquez Cuevas de querer justificar los yerros del partido culpando al gobierno del Fidel Herrera, y reconocen que en este momento, pese al descalabro, no hay condiciones para que panistas de otro nivel y mayor sensatez retomen las riendas del partido.

Dicen que si Enrique Cambranis llega a la presidencia del PAN, simple y sencillamente será una marioneta que siga manejando el Pipo. Julen Rementería, analizan, tampoco es la mejor opción para recuperar políticamente al partido, y coinciden en que el alcalde de Veracruz incurrirá en la mismas actitudes de exclusión y de veto político que han caracterizado la gestión de Vázquez Cuevas, sólo que ahora las víctimas serán los panistas aliados al todavía dirigente estatal; y al final, estiman, el único lastimado en realidad será el propio partido.