jueves, 24 de noviembre de 2011

Juventud y participación política, un binomio perfecto

24 de noviembre de 2011

Los jóvenes mexicanos son los protagonistas actuales de nuestra historia y está en ellos la posibilidad de reencauzar al país hacia el bienestar y el desarrollo, pero también a la construcción de una sociedad más participativa, exigente y democrática. Son ellos, con su talento y empuje, quienes pueden cambiar la forma actual de hacer política y la estructura económica dominante para lograr un México más competitivo en los mercados globales. La propuesta de una política de estado para la juventud deberá encaminarse a renovar el compromiso con los jóvenes mexicanos en cuanto a la generación de oportunidades, la inclusión social y la igualdad de género.

Y es que los problemas que encara la juventud mexicana son muy complejos y están estrechamente relacionados con los grandes retos que enfrenta nuestra nación. Me refiero a la pobreza, la desigualdad, la falta de oportunidades laborales y educativas, la disminución en la seguridad social, la facilidad en sus entornos para caer en adicciones, e incluso el incremento de embarazos no deseados durante la adolescencia, como lo refieren los resultados de la reciente Encuesta Nacional de la Juventud 2010.

El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas del Congreso de la Unión, señala que la economía mexicana sigue generando pocas oportunidades de empleo debido a la crisis económica mundial, pero especialmente a la desaceleración de la economía estadounidense. Y este fenómeno afecta en mayor magnitud a los mexicanos entre 14 y 39 años.

En consecuencia, existe entre nuestros jóvenes un desencanto generalizado hacia la política que se manifiesta en un desánimo de participación para perfeccionar nuestra democracia.

Por esta razón, en el PRI, partido donde milita gran parte de la juventud mexicana, se promueve de manera intensa la designación partidaria de sus liderazgos, a lo que han respondido con ideas de vanguardia en las tareas de gobernar, legislar y gestionar, demostrando así el valor de la política. Hoy más que nunca, el partido debe estar unido para el reto más grande de su competencia partidista, pues como bien señala el Senador Manlio Fabio Beltrones, la unidad hace que sea posible recuperar el rumbo y poner orden para construir el futuro de México.

De esa manera debemos continuar con la capacitación e impulso a los cuadros jóvenes con conocimiento y formación cívica que establezca una nueva clase política, sensible con los retos que plantea la sociedad, de agentes activos con nuevas formas de comunicarse, empoderados en todos los escenarios en los que se desarrolla el proceso democrático. Los jóvenes son el motor innovador de las instituciones que reclama la república y de las empresas innovadoras que demandan la economía nacional e internacional.

Sólo en la medida en que se sigan abriendo espacios de representación juvenil y se incentive su participación política, podremos alcanzar los verdaderos cambios que requiere México para lograr una sociedad más equitativa y de oportunidades para todos.