jueves, 19 de junio de 2008

Para Veracruz viene lo mejor

Fidel Herrera Beltrán

Hoy saben los veracruzanos que sus instituciones, puestas a prueba por retos formidables y por dificultades extremas, funcionan bien, que trabajan con el escrutinio público a ojos de todos, y además saben que quienes encarnan las instituciones, que son los servidores públicos de todos los poderes, de todas las organizaciones de la sociedad, incluyendo las sindicales, están muy cerca, son instituciones y servidores públicos que están a la mano del ciudadano, y eso ha hecho que la condición de los veracruzanos sea muy clara.

Se dice en la calle, me lo dicen en cada sitio: si cuando las condiciones eran muy difíciles se han logrado tantas cosas, ahora que hay fortalezas indiscutibles, estamos seguros que vamos a realizar nuevas proezas. Los veracruzanos saben que lo mejor está por venir y que nosotros garantizamos este porvenir de éxitos y de progreso.

Los veracruzanos viven el progreso sin dejar de reconocer rezagos y faltantes. Para lograr un Veracruz más igualitario y seguro, con nuestra conducta diaria ratificamos este compromiso que cada vez es más fuerte con nuestra población.

En los indicadores de medición se registran ya las victorias que el pueblo y sus instituciones han venido obteniendo: en la promoción de las inversiones y el empleo, al auspicioso amparo de un pacto para promoverlas que, por encima de las visiones díscolas y restringidas a intereses personales, políticos y sectarios, ha sido de un enorme éxito para atraer inversiones y crear empleos.

En los indicadores más focalizados de integración y con base en los rezagos y la pobreza, con importantes acciones de infraestructura y poniendo por delante a nuestra gente más que a las cosas, hemos venido avanzando.

Por eso, conforme a lo previsto por la propia Ley Estatal de Planeación, es posible medir al Gobierno con el metro de los objetivos del Plan Veracruzano de Desarrollo, el grado de cumplimiento que se ha alcanzado en sus objetivos y metas, y también el grado de cumplimiento de las ofertas, compromisos de la campaña electoral. Son prácticamente todos los compromisos contraídos y suscritos los que se han visto recompensados en su confianza por las acciones de los poderes públicos, en especial del Ejecutivo.

Por eso, a la vista de lo que se ha alcanzado, es pertinente relanzar y realinear las estrategias y las líneas de acción y proyectos detonadores del Plan Veracruzano de Desarrollo para fijarnos nuevas metas, para articular su contenido al Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 y hacerlo consonante con los nuevos planes municipales de los ayuntamientos de Veracruz.

A partir de una consulta a los ciudadanos y a los expertos, hemos podido construir un diagnóstico del avance real obtenido en el estado en materia económica, en materia social y política, con todas las líneas -las transversales de políticas de género y las de articulación- para que haya una clarísima definición de lo que son las acciones públicas del prepuesto federal y las del presupuesto estatal.

Esos resultados espero muy pronto poderlos analizar en el Congreso de Veracruz, para que ahí, con la razón de los hechos, éstos hablen y nos fijemos metas superiores.

No podemos descansar mientras haya veracruzanos que necesiten y reclamen apoyo. Lo logrado es mucho y es bueno, pero lo que sigue es mejor.

Sí nos estimula, y hasta el regateo obsecuente nos impulsa, el hecho de saber ahora que un 92 por ciento de los objetivos y las metas previstos en el Plan Veracruzano de Desarrollo, con el que protesté servirle a Veracruz, se han alcanzado ya.

De ahí que ahora necesitamos ir a las etapas superiores, que las miles y miles de pequeñas obras, de agua, de drenaje, de alcantarillado, de caminos, de escuelas, de centros de salud, que las becas y la promoción del deporte, la cultura, el bienestar y la seguridad, son acciones que tienen que irse dando, ampliando y profundizando. Nada es por una sola vez y para siempre en el seno de una sociedad tan dinámica, tan participativa y tan justamente reclamante como la veracruzana.

Por eso, el documento que llevaremos, cuando el Congreso lo decida, tendrá fijación de nuevas tareas que el pueblo y las autoridades vamos a asumir en áreas que nos han demostrado que son vitales para alcanzar nuevas metas.

Miren ustedes, es con gran satisfacción que hoy tengo la oportunidad de reconocerles al Congreso de Veracruz, a los diputados del PRI, del PRD, del PT y a un diputado de Convergencia, la autorización para que el 20 por ciento restante de esta contribución federal de carácter municipal fuese también colocado en las condiciones en que una operación de esta naturaleza se puede realizar cuando tienen las entidades saneadas sus finanzas y las calificadoras consideran que es atractiva la inversión para quienes puedan participar en la bursatilización.

Son muchos los habitantes de los ayuntamientos de Veracruz que van a ser bursatilizados, y lo digo así porque la sabiduría del Congreso resolvió dejar abierta a la integración al mecanismo tan exitoso hasta el próximo miércoles, cuando se constituye el Fideicomiso, para acceder a estos recursos que se pueden transformar de inmediato en obras y servicios, en refuerzo de las tareas de seguridad pública o en apoyo para la producción de alimentos con la generación de inversiones en el campo.

Estos recursos adicionales, que no estaban en ningún presupuesto, ni siquiera en los planes de arbitrio aprobados para los municipios, sabemos que son un instrumento fundamental para acompañar el gran desarrollo estatal con una vigorosa inyección de recursos en el nivel municipal, que va a seguir alentando este clima de inversiones en los que todos los días inauguramos nuevas plantas, almacenes e inversiones, y se generan empleos para arraigar a nuestra gente.

Por eso mismo, en acuerdo de esta fecha, he instruido a las autoridades financieras del estado para que, en solidaridad con las autoridades municipales adheridas al esquema de pro bursatilización, y con el objeto de multiplicar las obras de infraestructura y los beneficios sociales, se implemente un convenio de aportación bipartita entre el Gobierno del estado y los municipios adheridos al esquema de bursatilización del 20 por ciento de la tenencia vehicular, convenio voluntario, y para que quien lo suscriba para el beneficio de su comodidad reciba del Gobierno del estado un peso más por cada peso de la bursatilización, sin distingos partidarios, sin límites.

Con mucha claridad: si alguien tuviera deuda, no tendría la potencialidad financiera que hoy tiene Veracruz para respaldar a los municipios. Son recursos para todos los ayuntamientos que quieran respaldar a su población y que tengan la obligación de servirla; el que no quiera, que se lo explique a los pobladores de sus respectivas municipalidades para ver cómo, pudiendo tener la oportunidad, no se hacen las obras que les reclama la comunidad.

Esto quiere decir que la suma de los recursos municipales y la aportación del estado va a hacer que puedan realizar los municipios una inversión conjunta, hasta donde vamos ahora, de 2 mil 200 millones de pesos adicionales.

Entre muchos, un dato refleja la nueva fortaleza de Veracruz: en el Plan Veracruzano de Desarrollo comprometimos que el crecimiento y el relanzamiento de la economía veracruzana, de su sector primario, secundario y terciario, nos posibilitaría alcanzar en el año 2010 un presupuesto de alrededor de 44 mil millones de pesos, que considerábamos correspondía a la dinámica de crecimiento que íbamos a imponer en Veracruz.