jueves, 1 de diciembre de 2011

Redes sociales y democracia moderna

Fidel Herrera Beltrán

1 de diciembre de 2011

La rapidez con la que actualmente fluyen la información y los cambios tecnológicos que se expanden en la actividad humana ha revolucionado el mundo. El nuevo paradigma nos ha llevado a cambiar la forma de comunicarnos, de emprender empresas e incluso de visualizar las gestiones de gobierno. Y cada una de estas actividades tiene múltiples consecuencias, como una mayor participación y libertad de expresión; la generación de bienestar; la reconfiguración del Estado y hasta un cambio en la manera de hacer política. En este sentido, es posible afirmar que hoy nos enfrentamos a una democracia digital.

En lo que se refiere al desarrollo económico, recientemente el estudio International Bussines Report reveló que a nivel mundial los empresarios mexicanos son quienes más utilizan las redes sociales para interactuar con sus clientes, proveedores y empleados. Inclusive, la red se ha convertido en una gran palanca para impulsar la creación de nuevos negocios y empresas virtuales, que sin la web no serían viables.

De igual manera, el impacto que han tenido las redes sociales en la democracia ha marcado un hito, la posibilidad de que cualquier persona conectada a la red pueda describir y opinar de manera instantánea acerca de lo que pasa y percibe a su alrededor. Las revoluciones que ocurrieron en Túnez, Egipto o Libia, fueron narradas a través de teléfonos celulares por sus propios protagonistas. Si bien la red de internet por sí misma no es el motor de estas manifestaciones, sí permitió aumentar de modo exponencial la exposición de las ideas y objetivos de aquellos que encabezaron los movimientos a través de un medio que es masivo, gratuito y capaz de alcanzar a miles de ciudadanos de manera inmediata.

Por lo que toca a la ciudadanía, el uso de las redes sociales significa mayores libertades, sí, pero también implica responsabilidad en la información que se propaga, en la reserva de los datos personales de terceros y en el respeto a la privacidad. Como canal de participación deben de utilizarse como un aporte valioso, que contribuya a mejorar las instituciones y los canales de participación tradicionales. Del lado del gobierno, deben abrirse y reconocer en el ciberespacio un medio efectivo para recibir y dar seguimiento a las demandas sociales.

La era digital esta aquí y debe servir para establecer nuevos canales de participación para la ciudadanía. Ello implica transparentar la función pública, rendir cuentas, pero adicionalmente, posibilitar que sociedad y gobierno articulen las políticas públicas que la nación requiere para enfrentar los retos presentes del desarrollo y la economía global.