jueves, 23 de febrero de 2012

Conectar a México

Fidel Herrera Beltrán

23 de febrero de 2012

La modernización tecnológica, de la que hemos sido testigos en las últimas tres décadas, ha permitido a la humanidad transitar hacia las sociedades de la información, y ello se hace cada vez más visible en la interacción ciudadanía-Estado. El espacio virtual —en especial las redes sociales— está ampliando de manera vertiginosa sus alcances en la formación de una democracia mucho más participativa. Ante esto, México debe insertase con éxito en las discusiones sobre el acceso universal a la red y la tecnología.

Desde el 2001, la ONU, a través de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, se planteó el objetivo de construir sociedades más informadas, en las que el acceso a la red pudiera hacerse con equidad y en las que privaran la universalidad de los derechos humanos y las libertades fundamentales, incluido el derecho al desarrollo, tal como se consagra en la Declaración de Viena.

Si bien nuestro país ha avanzado en este tema, aún tenemos el desafío de garantizar la equidad en el acceso a la red, y lograrlo se vislumbra distante. De los 34 países que conforman la OCDE, en 2011, México ocupó el penúltimo lugar en conectividad, con apenas 10.9 conexiones de banda ancha por cada 100 habitantes.

En las cifras proporcionadas por el INEGI en 2010, podemos observar que en nuestro país existen 8.44 millones de hogares equipados con computadora, lo que representa el 29.8% del total, y sólo el 22.2% cuentan con internet.

Estos datos señalan la necesidad de diseñar un plan digital nacional para los próximos seis años que busque garantizar el acceso equitativo de toda la sociedad a las nuevas tecnologías de información, comunicación y digitalización, así como la conectividad de banda ancha en centros de salud, escuelas, bibliotecas y centros comunitarios. En esta agenda la apertura a la competencia en el sector de telecomunicaciones será clave.

Por otro lado, diversos estudios apuntan en el sentido de que la adopción de tecnología está muy relacionada con mejores niveles de competitividad, educación y, hasta de seguridad pública.

Conducir a México hacia una sociedad de la información y el conocimiento es una prioridad, no sólo desde la perspectiva de la innovación y el crecimiento económico, sino también como un gran paso en el proceso de democratización al propiciar un Estado más eficiente y una sociedad más igualitaria y participativa. México no puede permanecer al margen, necesitamos alcanzar una Nueva Nación.