GACETA DEL ÁNGEL Cuestiones veracruzanas |
20 Nov. 09
Ayer miércoles, Fidel Herrera Beltrán, el popular góber de la tierra de mis ancestros, estuvo presente, visiblemente presente, en la inauguración del CRIT de Poza Rica que es, según calculo yo, el décimo cuarto centro de salud y rehabilitación de esta naturaleza. Lo más memorable y saliente de esta inauguración es la comprobación, tan urgente en estos momentos, de lo bien que podemos hacer las cosas los mexicanos cuando hay decencia. Fernando Landeros, el eje de estos esfuerzos, es digno de todo amor y de todo agradecimiento que le tendríamos que brindar pueblo y gobierno de este país. Hace ya muchos años que conozco a Fernando y puedo dar fe de su ausencia de intereses políticos y su enorme gusto por la tarea cumplida, la que no se quedó en el papel, o como buen deseo. Celebremos con gusto, señores, la renovación de nuestra esperanza y de nuestro apetito de un buen futuro para México.
En la mencionada escena de Poza Rica irrumpió Fidel Herrera, mi gárrulo paisano, no se desempeñó mal en esta circunstancia, en esta fiesta ciudadana tan ajena a la política. No en balde Fidel es ya una lagartija muy apedreada que, a diferencia de los monaguillos panistas, sabe en todo momento el tono que requiere cada encuentro con la ciudadanía. En esta justificada fiesta del Teletón, Fidel se produjo con prudencia, aunque quizá se tomó más tiempo del necesario para decir lo que tenía que decir. En el canal 999 de SKY yo lo veía y de repente pensaba: ¿traerá o no traerá ganas de ser Presidente?. No lo sé, pero sí sé que, con todo y sus mañas, prefiero a Fidel que a Jimmy Neutrón, o Capulina Beltrones. En fin, poco vivirá el que no sepa de la ya próxima contienda presidencial que se adivina francamente cargada hacia el insumergible PRI; aunque si por mí fuera, yo buscaría convencer a mis conciudadanos de que ya es hora de que la silla presidencial sea ocupada por una mujer. Los hombres ya dimos pruebas sobradas de que, a la hora de los mameyes como decía Manuel Seyde, no damos pie con bola y gracias al sabio concurso de nuestros asesores, no hay problema por pequeño que éste sea, que no convirtamos en una problemón. Para mí sería intensamente agónico el momento de tener que escoger entre Amalia García, Beatriz Paredes y Josefina Vázquez Mota, mi amada Viuda Alegre que, por lo visto, ya me borró de su carnet y ya no me sacará a bailar. Dibodo. Todas estas cavilaciones ocuparon mi día miércoles.
Hoy jueves, la gran Fita me despertó a una hora non sancta pues, según ella, tenía yo que emprender el viaje precisamente a Veracruz. El Ingenio "Del Carmen", cercano a Córdoba, inició hoy su zafra y a este arranque fuimos convidados personajes muy salientes de la sociedad capitalina como mi amigo El Benemérito, xalapeño ilustre y su Charro Negro que hace su luchita. Por el rumbo de Santa Fe nos esperaba un temible helicóptero encargado de trasladarnos a la tierra del júbilo. La zafra es una ceremonia muy antigua y muy emocionante. Se trata de recoger los frutos que al trabajo humano le obsequia nuestra madre tierra. Todo es música y canto y parabienes y la difusa sensación de la tarea cumplida. Todos estábamos muy contentos. Te pido, lector, que te sumes a ese gozo. HOY TOCA.
En la mencionada escena de Poza Rica irrumpió Fidel Herrera, mi gárrulo paisano, no se desempeñó mal en esta circunstancia, en esta fiesta ciudadana tan ajena a la política. No en balde Fidel es ya una lagartija muy apedreada que, a diferencia de los monaguillos panistas, sabe en todo momento el tono que requiere cada encuentro con la ciudadanía. En esta justificada fiesta del Teletón, Fidel se produjo con prudencia, aunque quizá se tomó más tiempo del necesario para decir lo que tenía que decir. En el canal 999 de SKY yo lo veía y de repente pensaba: ¿traerá o no traerá ganas de ser Presidente?. No lo sé, pero sí sé que, con todo y sus mañas, prefiero a Fidel que a Jimmy Neutrón, o Capulina Beltrones. En fin, poco vivirá el que no sepa de la ya próxima contienda presidencial que se adivina francamente cargada hacia el insumergible PRI; aunque si por mí fuera, yo buscaría convencer a mis conciudadanos de que ya es hora de que la silla presidencial sea ocupada por una mujer. Los hombres ya dimos pruebas sobradas de que, a la hora de los mameyes como decía Manuel Seyde, no damos pie con bola y gracias al sabio concurso de nuestros asesores, no hay problema por pequeño que éste sea, que no convirtamos en una problemón. Para mí sería intensamente agónico el momento de tener que escoger entre Amalia García, Beatriz Paredes y Josefina Vázquez Mota, mi amada Viuda Alegre que, por lo visto, ya me borró de su carnet y ya no me sacará a bailar. Dibodo. Todas estas cavilaciones ocuparon mi día miércoles.
Hoy jueves, la gran Fita me despertó a una hora non sancta pues, según ella, tenía yo que emprender el viaje precisamente a Veracruz. El Ingenio "Del Carmen", cercano a Córdoba, inició hoy su zafra y a este arranque fuimos convidados personajes muy salientes de la sociedad capitalina como mi amigo El Benemérito, xalapeño ilustre y su Charro Negro que hace su luchita. Por el rumbo de Santa Fe nos esperaba un temible helicóptero encargado de trasladarnos a la tierra del júbilo. La zafra es una ceremonia muy antigua y muy emocionante. Se trata de recoger los frutos que al trabajo humano le obsequia nuestra madre tierra. Todo es música y canto y parabienes y la difusa sensación de la tarea cumplida. Todos estábamos muy contentos. Te pido, lector, que te sumes a ese gozo. HOY TOCA.