miércoles, 21 de noviembre de 2012

La alimentación, asunto de seguridad nacional

Patria Nueva 
Fidel Herrera Beltrán
21 de noviembre de 2012
  La administración federal que iniciará sus funciones en escasos nueve días ha delineado cambios sustanciales en la forma de visualizar los problemas y retos de México frente al futuro. En materia alimentaria, el principal cambio está en considerar su autosuficiencia como un tema de seguridad nacional.

2.- Bajo esta concepción, se sostiene que el país debe ser capaz de producir lo que consume, atenuando de esta forma las presiones externas que surgen en épocas de desabasto. Adicionalmente, esta visión contribuye a mantener control sobre los precios internos, de modo que las recurrentes fluctuaciones que se presentan en el mercado internacional de commodities no impacten de manera directa a los consumidores locales.


3.- Alcanzar este objetivo supone elevar la producción de los bienes que consumimos, especialmente en el renglón agrícola. La estrategia implica, asimismo, proteger la rentabilidad de los productores locales y privilegiar el desarrollo del mercado interno, en detrimento del aumento de las importaciones.


4.- Un ejemplo de lo que consideramos paradojas de nuestro sistema alimentario se aprecia con nitidez en la industria azucarera. La zafra 2012-2013 se perfila para romper el récord de producción en los últimos cuarenta años; se prevé alcanzar 5.6 millones de toneladas de azúcar, es decir, un incremento de 12.3 por ciento respecto a la zafra anterior.


5.- Ante este incremento en la productividad azucarera, se esperaría que las cuotas de importación del edulcorante y de alta fructuosa disminuyan considerablemente, y aumenten nuestras exportaciones. Sin embargo, México no es el único país que tendrá una zafra en expansión en este periodo, se espera que Brasil registre un aumento de 4.6 por ciento y la India eleve su oferta en 3.2 por ciento. 


6.- En conjunto, las proyecciones de la oferta internacional de azúcar indican que ésta se incrementará y los precios tenderán a la baja. Sin políticas adecuadas en esta materia, el efecto de este aumento -lo que es un indicador de la productividad y pujanza de la agroindustria azucarera- podría tener resultados contraproducentes para los productores; ello, si la caída en los precios es tal, que los ingresos netos por la venta de azúcar son inferiores a los del año pasado.


7.- La única forma de contener este posible efecto negativo está en aprovechar al máximo la producción nacional en el mercado interno. Además, es prioritario detener de inmediato la entrada irregular de azúcar al país. En este punto radica uno de los elementos clave de la autosuficiencia alimentaria como tema de seguridad nacional.


8.- Y es que si bien podemos contar con una producción récord en un producto de la canasta básica, este impacto positivo podría no alcanzar a los productores. La temática alimentaria debe tener presente el binomio consumidor-productor, y no sólo a una de las partes, por lo que en este caso, el Estado debe contribuir a la solución de la paradoja económica del incremento de la producción de azúcar.


9.- Para sostener una producción alta deben atenderse las necesidades de los trabajadores del campo. Algunos países proveen incentivos a la producción mediante subsidios en apoyo a la mecanización, y el desarrollo científico y tecnológico, medidas que aunadas al combate del contrabando, les permiten mantener su producción agrícola en niveles razonables de rentabilidad.


10.- No podemos dejar a la deriva del mercado a un sector clave de la industria agroalimentaria nacional y del cual dependen miles de jornaleros y pequeños empresarios rurales. Ésa es la diferencia sustantiva que deberá sentirse en la política pública que se implemente en el nuevo gobierno.


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