miércoles, 11 de enero de 2012

Ricardo Legorreta Vilchis: mexicano universal

Patria Nueva

Fidel Herrera Beltrán

11 de enero de 2012


El talento no sirve para nada si no va acompañado de determinación, planificación, disciplina y perseverancia.

El talento es efímero, la determinación, eterna.


FELIPE CUBILLOS SIGALL

Abogado y comunicador chileno

1. Desde tiempos inmemoriales, el pueblo mexicano ha sido reconocido en el mundo por la gran capacidad de diseño y proyección arquitectónica mostrados por sus profesionales en este renglón de las bellas artes. Olmecas, mexicas, mayas, toltecas, totonacas, mixtecos, zapotecos, y en general todos los pueblos originarios, dejaron muestra perenne de su grandeza creativa. Recordemos incluso que nuestra capital, por su belleza estructural, fue bautizada durante el virreinato como la "Ciudad de los Palacios".

2. Un digno heredero de esa riqueza creativa fue sin duda el arquitecto Ricardo Legorreta Vilchis (1931-2011), quien dio gran relevancia a nuestro país en el arte, la cultura y la ciencia. La nación entera resiente su partida y celebra su gran obra que constituye uno de los referentes obligados de la arquitectura mexicana del siglo XX.

3. Paz, intimidad, armonía, color, agua, luz y misterio, son algunos de los elementos que podemos apreciar en el trazado y los contornos de las obras realizadas por Ricardo Legorreta.

4. Genialidad y sencillez se conjugan en sus propuestas para dar origen a una escuela arquitectónica que ha logrado hacerse presente tanto en nuestro país como más allá de sus fronteras.

5. Siempre buscó en sus diseños proteger y aprovechar al máximo los recursos naturales regionales como elementos de construcción. Con ello fue capaz de adicionar un toque de innovación y adaptación, propios de nuestra herencia indígena.

6. Y es que el arquitecto Legorreta fue un verdadero maestro en el arte de reconciliar el equilibrio entre la tradición, el desarrollo habitacional y el entorno urbano. Lo hizo de un modo práctico y funcional. Es el caso de los hoteles Camino Real de la Ciudad de México, en Polanco, o Las Brisas en Huatulco, Oaxaca. Aún recuerdo la grata impresión que me causaron la embajada de México en Berlín o la Biblioteca Pública en San Antonio, Texas.

7. Ricardo Legorreta dejó un enorme legado de genialidad y mensajes encriptados por descifrar a las futuras generaciones de arquitectos. Sus herederos intelectuales enfrentan el reto de caminar sobre sus pasos, intentando diversificar y enriquecer el conocimiento proyectual del maestro para plantear nuevos lenguajes, tratamientos de materiales y procedimientos constructivos.

8. Hoy la arquitectura mexicana tiene el reto de hacer converger sus paradigmas hacia las necesidades y condicionantes propias del siglo XXI. Necesitamos crear ciudades que fundamenten sus acciones en principios ecológicos, eficientes en el uso de la energía y del agua, pero también en el tratamiento de los desperdicios y el transporte, que respeten el entorno natural y permitan la convergencia entre imaginación, estética y funcionalidad. Ciudades bellas que estimulen el espíritu armónico de convivencia.

9. Mucho se puede decir de la obra de un hombre que trabajó incansablemente durante toda su vida, con determinación, planificación, disciplina y perseverancia. La fama le viene de su legado, la inmortalidad de su obra que perdurará más allá de su propio tiempo.

10. Por el asombro y enorme satisfacción que tuve al admirar su obra, a su memoria dedicó la entrega de esta semana.

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