18 de julio de 2012
Con el triunfo alcanzado en las urnas
por la coalición "Compromiso por México" PRI-PVEM, las diferentes
fracciones políticas que comparten un mismo proyecto de nación en el
Poder Legislativo Federal se ven fortalecidas por el llamado a la
participación en un proyecto conjunto para el desarrollo de México.
La tarea de la Legislatura entrante será
construir los consensos que materialicen las reformas que México
necesita para consolidar su desarrollo. En particular, atendiendo los
diez compromisos que el candidato del PRI-PVEM planteó para fortalecer
la economía familiar, una agenda completa, cuyos contenidos son de suma
importancia para lograr que la estabilidad macroeconómica alcanzada se
refleje en los bolsillos de todos los mexicanos.
Impulsar el alza en los salarios de los
trabajadores mexicanos requiere de una reforma de fondo de la Ley
Federal del Trabajo. Esta necesaria revisión se justifica en el hecho de
que nuestro país no puede permanecer rezagado frente a otras naciones
que impulsan el incremento de la flexibilidad laboral a fin de
fortalecer su competitividad industrial y comercial en los mercados
globales.
Las medidas que permitirán
reanimar la economía mexicana, evitando que se eleven los precios de los
alimentos básicos, serán reflejo del diseño político del Presupuesto de
Egresos de la Federación. En este sentido, deberá ser prioritario el
apoyo a la productividad agrícola y los recursos destinados para
impulsar el crecimiento y el empleo en esta actividad económica.
La reforma energética, por su parte,
será fundamental para lograr un descenso en los costos de la energía,
que ahogan no sólo a la población más vulnerable, sino a la planta
productiva, encareciendo los insumos y limitando la capacidad
competitiva.
En materia educativa, el Congreso tendrá
que revalorar nuestro sistema de enseñanza en su conjunto. Brindar
educación de tiempo completo y otorgar a los educandos útiles escolares y
becas para el transporte, "laptops" para 5º y 6º años de primaria, la
ampliación del Pronabes, así como promover la creación de 40 mil
escuelas de tiempo completo en educación básica, son medidas esenciales
de la nueva política educativa.
El fortalecimiento de programas sociales
como Oportunidades y 65 y más, representa también la oportunidad para
revisar su implementación y plantear las reformas legales para hacerlos
más justos y efectivos. Al mismo tiempo, se impulsarán programas como el
seguro para mujeres que son cabeza de familia, mejoramiento de la
vivienda, piso y techos firmes, construcción de caminos y clínicas
rurales, drenaje, electrificación y agua para todos, además de los
programas de empleo temporal, seguro de desempleo y seguridad
alimentaria.
De igual modo, las reformas al sistema
de seguridad social buscarán su universalidad, eficiencia y eficacia. En
este rubro encontramos el fortalecimiento de instituciones como el
IMSS, el ISSSTE y el Seguro Popular; a dichas reformas, deben sumarse el
mejoramiento de la salud de la mujer y las personas de la tercera edad.
Los ejes rectores de la nueva política
pública serán las reformas mencionadas, así como la reforma del Estado y
la política de seguridad pública. Algunas de ellas pueden incluso
abordarse de inmediato, durante los cinco meses que existen entre la
publicación del resultado electoral del 1 de julio y la toma de
protesta. En esta agenda se encuentra la viabilidad del nuevo proyecto
de Nación.
En suma, los integrantes del Congreso de
la Unión tendrán la gran responsabilidad de definir la ruta que México
adopte en el siglo XXI para promover el desarrollo nacional. Así de
grande es la oportunidad que se presenta.
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