1.- La autosuficiencia alimentaria representa el grado en el que una nación puede satisfacer sus necesidades alimentarias a partir de la producción de su sector primario; la seguridad alimentaria se logra con la adquisición en los mercados internacionales de aquellos productos agrícolas que no fue capaz de producir internamente.
2.- Alcanzar la autosuficiencia se relaciona con una perspectiva global de desarrollo que permite sortear los vaivenes del mercado internacional de alimentos, sin afectar el nivel de vida de la población. Este tema se ha convertido en un recurso estratégico, tanto que en los diez países más industrializados del mundo, subsidian hasta con un trillón de dólares a sus productores. En Estados Unidos, Japón y la Unión Europea contabilizan hasta 1,500 tractores por cada mil productores en tanto que en México hay sólo 40.
3.- A partir de 2007, la producción mundial de alimentos registró cambios estructurales vinculados al crecimiento sostenido de la población y al surgimiento de una robusta clase media en países como China, India, Brasil y Sudáfrica, lo que incrementó la demanda de cárnicos, lácteos, cereales, oleaginosas y azúcar. Por otro lado, la búsqueda de recursos energéticos sustentables generó una nueva demanda de productos agrícolas destinados a la producción de bioenergéticos, rivalizando con la demanda para consumo humano.
4.- México no es ajeno a esta tendencia. Tras el incremento de los precios internacionales de los alimentos en 2007 y 2010, la seguridad alimentaria se instaló en la agenda de prioridades del país.
5.- De acuerdo al Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en México (Sagarpa, 2012), una cuarta parte de los mexicanos enfrenta deficiencia alimentaria, 14 de cada 100 menores pre-escolares tienen baja talla, indicador de desnutrición, y paradójicamente un alto porcentaje de la población presenta obesidad y sobrepeso.
6.- En este contexto, la política que lleva a cabo el presidente Enrique Peña Nieto en el sector rural, busca incrementar en un millón de hectáreas los sistemas de riego tecnificados, encontrar nuevos mercados y promover cadenas productivas que agreguen valor. Además, debemos prever el cambio climático, y aprovechar la temporada de lluvias y huracanes, que más allá de las lamentables afectaciones que generan, contribuyan a la recarga de los acuíferos y presas para alcanzar siembras y cosechas exitosas, sobre todo en zonas donde la sequía ha sido particularmente intensa en los últimos años.
7.- Tengamos presente que el país cuenta con 22 millones de hectáreas dedicadas a actividades agrícolas y ganaderas, además de los espacios dedicados a la acuacultura y silvicultura, que en conjunto deben integrarse a los esquemas de apoyo productivo, tecnológico y de capacitación del gobierno federal y los estados.
8.- Las reformas del Gobierno federal están ligadas a este objetivo. La reforma al sistema financiero se enfoca a facilitar el acceso al crédito de las micro, pequeñas y medianas empresas y a transformar la banca de desarrollo en una palanca del crecimiento. La reforma energética será fundamental para relanzar la industria de fertilizantes, en cuyo proceso industrial figuran de manera destacada la cadena productiva amoniaco- urea que resulta muy importante reactivar.
9.- La reforma hacendaria plantea modificar el sistema impositivo para brindar equilibrio a la redistribución del ingreso nacional, con lo que se liberarán más recursos presupuestales al sector primario, empleador por excelencia en los ranchos ganaderos y de jornaleros en las extensiones agrícolas modernas, como las de caña de azúcar.
10.- México retoma a la autosuficiencia alimentaria y el combate al hambre como asuntos de seguridad nacional, poniendo en el centro de la política pública el bienestar alimentario de la nación.
herrerafidel@hotmail.com
Twitter: @FidelHerrera
No hay comentarios.:
Publicar un comentario