miércoles, 2 de marzo de 2011

Un PRI incluyente y de cara al futuro

Los sentimientos de una nueva nación.

1.- A un año y cinco meses de que se renueve el Poder Ejecutivo federal, el Partido Revolucionario Institucional se prepara para reconquistar la confianza ciudadana y regresar las ideas, la política y la visión de Estado a las oficinas de Los Pinos. Los resultados electorales alcanzados en 2010 sugieren un escenario donde el PRI luce como la fuerza política más competitiva del país. A 82 años de su fundación, el Revolucionario Institucional se muestra fortalecido, con una presencia viva y vibrante en cada uno de los dos mil 456 municipios de México.

2.- El aniversario de nuestro partido es una ocasión propicia para reafirmar nuestra vocación con la democracia y la justicia social. Para recordarle a la militancia la importancia de mantener cercanía con las demandas ciudadanas y transformarlas en propuestas legislativas incluyentes y de beneficio social. De combatir diversos rasgos de la visión neoliberal gobiernista, que piensa que el reparto de la riqueza nacional inicia con los que más tienen.

La esencia del priísmo es la democracia social que reivindica la necesidad de defender lo diverso y las causas sociales, de construir acuerdos mayoritarios para alcanzar un estado de derecho y mayor bienestar para los mexicanos. Es el origen de líderes, pensadores y políticos liberales. El Revolucionario Institucional es un referente para el mundo, en tanto que conservó el poder durante 70 años por su función social, su contribución a la política y al Estado democrático.

Y como diría don Jesús Reyes Heroles, "nuestra tarea fundamental es la actividad ideológica".

3.- Desde el PRI reconocemos la necesidad de hacer del diagnóstico, la planeación y la definición de metas un sistema de verificación permanente que permita evaluar lo hecho, lo que falta por hacer y la dinámica a instrumentar para insertar a México en las corrientes mundiales de comercio, desarrollo y bienestar, que hoy animan a economías emergentes como China, India e incluso Brasil.

4.- En nuestro aniversario, también me sumo al enorme reconocimiento nacional que los priístas compartimos respecto a la gestión de Beatriz Paredes Rangel, al frente de nuestro partido junto con el senador Jesús Murillo Karam, secretario general. Su mayor aportación ha sido convertir al partido en una opción real, ciudadana y actuante, condición indispensable para una competencia pluralista y democrática.

5.- El legado de la licenciada Beatriz Paredes Rangel va más allá de las numerosas victorias electorales que se alcanzaron bajo su liderazgo, ya que deja una esperanza para los mexicanos. Su éxito se mide en el hecho incontrovertible de que hoy el PRI se reconozca como el partido político más fuerte de México. Y es que Beatriz deja un partido con 184 diputados de mayoría y 53 plurinominales en la Cámara Baja, es decir, un crecimiento de 128 por ciento que, junto a las innumerables presidencias municipales ganadas y las 19 gubernaturas, hace que nuestro partido gobierne a 60 por ciento de los mexicanos.

6.- Tal ha sido su impacto político, que los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática han hecho a un lado diferencias ideológicas y profundos agravios que se profirieron tras la elección presidencial de 2006, para conformar alianzas aberrantes que no hacen otra cosa que comprobar el profundo pragmatismo que los inspira.

Mucho ayudaría al país que ese mismo ánimo aliancista lo ejercieran en el Congreso de la Unión y en las legislaturas estatales, y no solamente en las urnas, donde lo único que demuestran es la ambición que tienen por ocupar puestos públicos.

7.- Por ello, no tengo duda que lo que ocurre en los otros partidos hace incluso más grande el reconocimiento que los priístas de México rendimos a Beatriz Paredes en la conclusión de su encargo.

Su fortaleza y congruencia marcan una enorme diferencia en el escenario nacional y entre los actores políticos de México, pues a partir de la transición partidista en 2000 el PRI se ha mantenido en una renovación constante. La oposición forma parte de la realidad republicana y ahora la renovación del partido está sostenida en el principio básico de gobernar mejor.

8.- Del mismo modo, celebro la llegada del profesor Humberto Moreira Valdés, exgobernador del estado de Coahuila, quien arriba a la Presidencia del PRI con la encomienda de conformar un frente amplio que consolide la alianza nacional priísta, permita la capacitación de cuadros y prepare al partido para conquistar el voto ciudadano en las elecciones venideras.

Los sentimientos de una nueva nación reconocen el liderazgo de nuestro próximo Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. De igual manera le hago llegar una felicitación a la diputada Cristina Díaz, próxima Secretaria General del CEN del partido.

El reto del PRI, con Moreira al frente, hombre de palabra directa y combativo, es lograr los consensos internos para impulsar a un candidato de unidad, que busque acuerdos y genere un trabajo incluyente en todo el territorio nacional.

9.- Así, el valor del Partido Revolucionario Institucional radica en el aporte que realizará a los mexicanos con un nuevo proyecto de nación que consolide la democracia tras diez años de malas políticas, retome con firmeza la negociación de las reformas necesarias para innovar y modernizar el Estado y reafirme su papel como enlace real entre sociedad y Gobierno.

10.- En esta nueva etapa del priísmo, no olvidemos que hay un México esperanzado en lograr un mejor futuro, como lo indican nueve millones de nuevos electores que votarán en 2012 por una nueva nación con rumbo, y la ruta para pasar de la esperanza a la realidad, sin duda, la tiene el PRI.

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miércoles, 23 de febrero de 2011

Fundamental impulsar reforma política: Fidel Herrera


· Se requieren acciones que garanticen el progreso y bienestar de los mexicanos.

· Coincide en que hay que reconfigurar las reglas para propiciar una real participación ciudadana en la toma de decisiones.

· Hay que cumplir con la exigencia de justicia, desarrollo y seguridad.

· Somos un país de fortalezas; tenemos que consolidar a nuestras instituciones.

El exgobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, refrendó el imperativo de impulsar una reforma política que sea producto del diálogo y el acuerdo, porque lo más importante es que sea de beneficio para las mayorías, y exhortó a los actores políticos a unir esfuerzos para cumplir con el deber constitucional de propiciar una vida digna, de progreso, con empleos y todos los satisfactores para la población.

En relación al discurso pronunciado por el Secretario de Gobernación, José Francisco Blake, en el marco de la ceremonia del 98 aniversario luctuoso de Francisco I. Madero, respecto a la necesidad construir a los acuerdos para alcanzar una reforma política a la altura de las circunstancias, coincidió en que hay que hacer un lado las ambiciones personales, y convino en que hay que reconfigurar las reglas para que haya una real participación ciudadana en la toma de decisiones.

Fidel Herrera reiteró que la reforma política no puede esperar más tiempo. “México requiere de normas que verdaderamente ataquen los problemas, que ofrezcan soluciones, más allá de los discursos retóricos. Los mexicanos exigen justicia, empleos, seguridad. “El país merece tener un desarrollo garantizado a través de acciones serias, inteligentes”, enfatizó.

Somos una nación con fortalezas, con instituciones que requieren ser consolidadas. “Somos un gran país con un enorme potencial para progresar y para tener un crecimiento enorme, para que todos los mexicanos tengan asegurado su bienestar”, resaltó Herrera Beltrán.

Subrayó que las propuestas que en la materia han elaborado el Poder Ejecutivo Federal y el Senado de la República tienen que ser analizadas y enriquecidas. Lo fundamental es escuchar la voz de todos los sectores sociales y productivos del país”, subrayó.

De las iniciativas, abundó el exmandatario veracruzano, se tiene que rescatar lo que se más viable, y refrendó que en estas tareas lo prioritario es privilegiar el diálogo, el acuerdo, los consensos entre las diversas fuerzas políticas del país.

Fidel Herrera resaltó que el Partido Revolucionario Institucional es una organización política responsable que ha propiciado la pluralidad, la unidad siempre abierto al diálogo y que ha sido el que ha impulsado las reformas políticas de la mayor trascendencia para la viabilidad del país, y de ahí que ahora resulte esencial reconfigurar las reglas para brindar una mayor participación ciudadana y alcanzar una iniciativa a la altura de las circunstancias que vive la nación.

Asimismo, apuntó la necesidad de fortalecer el federalismo, a través de medidas que se caractericen por el respeto, la cooperación y la articulación efectiva dentro de los ámbitos federal, estatal y municipal.

Y todo ello se puede lograr a través de una reforma política inteligente, adecuada, una reforma que cumpla con las expectativas que esperan todos los mexicanos.

La reforma fiscal urgente, Los sentimientos de una nueva nación

1. La ausencia de cambios estructurales en México -junto a otros factores como la crisis de seguridad pública y la inestabilidad financiera internacional- representa uno de los principales obstáculos al crecimiento de la economía nacional.

2. Las expectativas de los expertos son poco optimistas ante el comportamiento reciente del déficit fiscal, la ausencia de innovaciones institucionales y la escasa visión del Gobierno federal para establecer un sistema tributario eficiente y justo.

3. Esta realidad no es ajena al grupo parlamentario del PRI en el Senado, que en una actitud responsable y comprometida con los ciudadanos está impulsando una reforma hacendaria que contrarreste la fragilidad presupuestal que enfrenta el Gobierno y regrese al país por la senda del desarrollo y el crecimiento sostenido.

4. Y es que a una década de la alternancia en la Presidencia de la República, los números dejan poco espacio a la interpretación y los pretextos. De acuerdo con datos de INEGI, el Banxico y la SHCP, el balance de los últimos diez años respecto a la década previa a 2000 es el siguiente: hemos tenido un menor crecimiento económico anual en promedio, esto es, sólo 1.49 por ciento entre 2001-2010, mientras en 1991-2000 fue de 2.67 por ciento. El desempleo abierto fue de 5.7 y 2.2 por ciento, respectivamente, y la informalidad como porcentaje de la población total creció 2 por ciento en los últimos diez años.

5. La estructura de los ingresos fiscales tampoco se modificó. No sólo seguimos siendo dependientes de la renta petrolera, sino que se incrementó el gasto corriente del Gobierno federal a un ritmo acelerado. La base tributaria también se vio deprimida al caer 5 por ciento respecto a 1999. El resultado ha sido la creación de más impuestos especiales en perjuicio de los contribuyentes cautivos.

6. Coincido plenamente con los senadores del PRI en el sentido de colocar la modificación del IVA sobre la mesa de discusión, así como extender su aplicación a la mayoría de los productos. No hay duda del carácter regresivo de este impuesto, pero en el corto plazo es el único que garantiza un aumento en la capacidad recaudatoria del Estado. Al mismo tiempo, no se debe bajar la guardia en materia de combate a la evasión, la informalidad y la existencia de los llamados regímenes especiales.

7. En este terreno, el argumento de los senadores priístas, impulsores de esta trascendental reforma, es congruente, ya que busca impulsar una mayor recaudación, pero también enfatiza que los productos de primera necesidad queden exentos en una canasta básica que realmente sea adquirida por los que menos tienen.

Y como ha expresado el senador Francisco Labastida, el PRI está dispuesto a encontrar acuerdos no sólo con los diputados, sino también con el propio Gobierno, en un consenso que debe estar basado en la razón y en los intereses superiores del país.

8. Al mismo tiempo, la iniciativa no descuida la generación de incentivos para que los contribuyentes cumplan con sus obligaciones (mayor recaudación con menores tasas impositivas), aumentar la eficacia del Gobierno en la utilización de los recursos públicos (política fiscal sana, con mayor rendición de cuentas) y de establecer las condiciones para una mayor inversión (realizar una simplificación fiscal).

9. El proyecto que encabeza el senador Manlio Fabio Beltrones señala claramente que cualquier reforma fiscal que lleve a un eventual incremento en los recursos que dispone el Gobierno debe estar vinculada al proyecto de desarrollo nacional, y por ningún motivo puede estar encaminada a elevar el gasto corriente de la administración pública centralizada. Por el contrario, debe ir acompañada de una política de transparencia e información al contribuyente.

En otras palabras, debe explicar con toda claridad el destino de los recursos y su impacto esperado en materia de desarrollo social y económico, pues tenemos que avanzar hacia una democracia con transparencia y rendición de cuentas, de instituciones eficientes y con una ciudadanía participativa.

10. Finalmente, la importancia y trascendencia de la propuesta de reforma hacendaria que defienden los senadores priístas va más allá de resolver la insolvencia del Gobierno. En el fondo, esta iniciativa significa generar las condiciones que propicien el acceso de los ciudadanos a más empleos y mejor remunerados, encaminar a las instituciones hacia el desarrollo y la modernización, lo cual estimulará el crecimiento del país y sin duda disminuirá la pobreza.

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martes, 22 de febrero de 2011

Fundamental, impulsar una reforma política producto del diálogo y los acuerdos: Fidel Herrera Beltrán.

· Se requieren acciones que garanticen el progreso y bienestar de los mexicanos.

· Coincide en que hay que reconfigurar las reglas para propiciar una real participación ciudadana en la toma de decisiones.

· Hay que cumplir con la exigencia de justicia, desarrollo y seguridad.

· Somos un país de fortalezas; tenemos que consolidar a nuestras instituciones.

El exgobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, refrendó el imperativo de impulsar una reforma política que sea producto del diálogo y el acuerdo, porque lo más importante es que sea de beneficio para las mayorías, y exhortó a los actores políticos a unir esfuerzos para cumplir con el deber constitucional de propiciar una vida digna, de progreso, con empleos y todos los satisfactores para la población.



En relación al discurso pronunciado por el Secretario de Gobernación, José Francisco Blake, en el marco de la ceremonia del 98 aniversario luctuoso de Francisco I. Madero, respecto a la necesidad construir a los acuerdos para alcanzar una reforma política a la altura de las circunstancias, coincidió en que hay que hacer un lado las ambiciones personales, y convino en que hay que reconfigurar las reglas para que haya una real participación ciudadana en la toma de decisiones.



Fidel Herrera reiteró que la reforma política no puede esperar más tiempo. “México requiere de normas que verdaderamente ataquen los problemas, que ofrezcan soluciones, más allá de los discursos retóricos. Los mexicanos exigen justicia, empleos, seguridad. “El país merece tener un desarrollo garantizado a través de acciones serias, inteligentes”, enfatizó.



Somos una nación con fortalezas, con instituciones que requieren ser consolidadas. “Somos un gran país con un enorme potencial para progresar y para tener un crecimiento enorme, para que todos los mexicanos tengan asegurado su bienestar”, resaltó Herrera Beltrán.



Subrayó que las propuestas que en la materia han elaborado el Poder Ejecutivo Federal y el Senado de la República tienen que ser analizadas y enriquecidas. Lo fundamental es escuchar la voz de todos los sectores sociales y productivos del país”, subrayó.



De las iniciativas, abundó el exmandatario veracruzano, se tiene que rescatar lo que se más viable, y refrendó que en estas tareas lo prioritario es privilegiar el diálogo, el acuerdo, los consensos entre las diversas fuerzas políticas del país.



Fidel Herrera resaltó que el Partido Revolucionario Institucional es una organización política responsable que ha propiciado la pluralidad, la unidad siempre abierto al diálogo y que ha sido el que ha impulsado las reformas políticas de la mayor trascendencia para la viabilidad del país, y de ahí que ahora resulte esencial reconfigurar las reglas para brindar una mayor participación ciudadana y alcanzar una iniciativa a la altura de las circunstancias que vive la nación.



Asimismo, apuntó la necesidad de fortalecer el federalismo, a través de medidas que se caractericen por el respeto, la cooperación y la articulación efectiva dentro de los ámbitos federal, estatal y municipal.



Y todo ello se puede lograr a través de una reforma política inteligente, adecuada, una reforma que cumpla con las expectativas que esperan todos los mexicanos.

sábado, 19 de febrero de 2011

LAMENTA FIDEL HERRERA BELTRÀN EL FALLECIMIENTO DEL ILUSTRE INTELECTUAL, DON JOSÉ ITURRIAGA SAUCO

El exgobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, expresó su pesar por el deceso del prestigiado, reconocido e ilustre intelectual, académico, diplomático, sociólogo, historiador, don José Iturriaga Sauco, de quien manifestó fue un mexicano ejemplar que con pasión y vocación de servicio contribuyó a la grandeza del paìs.

Don José, quien murió en las primeras horas de este sábado, nació en la ciudad de México en 1914, pero desde hacía 15 años residía en el municipio veracruzano de Coatepec, desde donde fue trasladado a la capital del país para ser atendido de los problemas de salud que presentaba y que extinguieron su vida, “vida prolífica y fundamental para el desarrollo de la nación, pues fue un formador de generaciones que han fortalecido las instituciones del país”, subrayó Herrera Beltrán.

Recordó que recientemente el Congreso de Veracruz entregó al ameritado mexicano que escribió, entre otras obras, “La Estructura Social y Cultural de México”, fundamental para el conocimiento de la nación, la medalla “Adolfo Ruiz Cortines”, Presidente de la República con el que colaboró precisamente para la consolidación de la cultura,

Herrera Beltrán recordó que Iturriaga Sauco, capitalino de nacimiento, veracruzano de alma y corazón, fue propietario de una de las bibliotecas mas grandes del país, misma que se encuentra en su casa de Coatepec.
El exmandatario veracruzano también rememoró otras obras literarias escritas por Don José, como “México en el Congreso de los Estados Unidos”, “El Tirano de América Latina” y “Pensamiento Político del Presidente Juárez", entre otras.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Defender al campo mexicano, Los sentimientos de una nueva nación

1. Sabemos que el sector primario es la principal fortaleza del Estado. Si impulsamos políticas para el campo, a pesar de la crisis alimentaria, no sólo lograremos salir adelante sino que incrementaremos los niveles de producción para satisfacer las necesidades de la familia mexicana.

El sector agropecuario registra un balance deficitario en sus exportaciones, como lo señaló Juan Carlos Cortés, presidente del Consejo Nacional Agropecuario, en el Senado de la República. Por eso la Secretaría de Economía no debería promover los TLC con Perú, Colombia y Brasil, ya que afectaría la producción nacional del sector primario.

2. Incluso después de la firma del Tratado de Libre Comercio con América del Norte y Canadá, no pudimos exportar los excedentes de azúcar a estos mercados por la existencia de las cartas paralelas que desde hace cinco años quedaron sin efecto.

3. Los acuerdos comerciales permiten, entre otras muchas posibilidades, que los excedentes en la producción azucarera nacional podrían incluso buscar mercados extranjeros para comercializar la producción. La industria puede exportar algunos excedentes al mercado norteamericano, por ejemplo, pero sería difícil competir con Brasil y con las producciones africanas de caña de azúcar.

4. Ahora en los mercados internacionales hay un buen precio de los productos agropecuarios. Existen condiciones internacionales de buenos precios de los productos del sector primario.

Es la hora de respaldar al campo, es la oportunidad de hacer crecer al México rural. Es importante que apoyemos las expresiones del sector social de México -a través de la CNC- y del sector privado. Una nueva nación necesita de acuerdos entre todos los sectores productivos, sobre todo en el campo mexicano. Por eso ahora no debe haber ningún acuerdo adicional de apertura en materia agropecuaria.

5. Una nueva nación le da todo su apoyo a las organizaciones que conforman al sector agropecuario nacional en su lucha por evitar un Tratado más de Libre Comercio (TLC) con Perú, la ampliación del TLC con Colombia y el inicio de un posible TLC con Brasil.

La presencia de Juan Cortina Gallardo, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Azucarera en el Senado de la República es una muestra de cómo las instituciones deben participar en la defensa legítima de los derechos de nuestros productores y trabajadores.

6. La república azucarera mantiene fortalezas para salir adelante, mantiene estabilidad para lograr sus propósitos y tareas hacia el bienestar. La reciente elección como secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Azucarera de Adrián Sánchez Vargas, un extraordinario veracruzano, es una muestra de cómo la sociedad, junto con las instituciones, pueden trazar un nuevo rumbo para México.

7. Defender al sector agropecuario mexicano, impulsar nuevas tecnologías y modelos productivos de punta en campo y en fábricas, que respalden a la mecanización del sector rural, sobre todo del que cultiva la gramínea, es una línea de acción sustantiva e inmediata. Son más de 15 estados de la República, y más de cuatro millones de mexicanos -de los cuales un millón viven y trabajan en Veracruz- que dependen de ésta, que es la principal agroindustria de México.

8. Hagamos lo necesario para seguir manteniendo nuestros niveles de producción, sembrar más caña para azúcar y para etanol es un negocio rentable que lo seguirá siendo en los próximos 25 años. Esta agroindustria tiene un presente de oportunidad innegable y un futuro indiscutible.

Los empresarios deben seguir siendo punta de lanza en el negocio que a ellos corresponde, y el Gobierno, en términos del artículo 27 Constitucional, debe seguir impulsando el desarrollo rural, que genere las condiciones de paz y además inversiones en infraestructura, en educación, en salud y en vivienda.

9. La industria azucarera es una multiplicadora de bienes y servicios y un enganche fundamental de la actividad económica industrial, comercial y de servicios. El campo azucarero es de donde menos emigran los paisanos a buscar empleos en las fronteras con los Estados Unidos. Este campo generoso, ahora en medio de la crisis de la economía y la seguridad que lastima a la sociedad, es el primero en recibir a los que pudieran tener una oportunidad de regresar.

Ahora debemos defender a la industria azucarera con leyes y acciones; debemos lograr su reconstitución, evitando el desplazamiento del azúcar por la importación de fructosa, y hemos seguido en su defensa posicionando la rentabilidad de la industria para evitar el cierre de ingenios.

10. Existen mejores incentivos que los TLC para reconstruir al campo de México. En el mercado interno hay un inmenso escenario de oportunidades. La solución debe ser integral: erradicación de la violencia, sustentabilidad, detener al cambio climático, la capacitación y la educación son el camino para mejorar la vida de los mexicanos.

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viernes, 11 de febrero de 2011

XXIII Congreso Nacional Ordinario de la CTM


El día de hoy rindió protesta Adrián Jesús Sánchez Vázquez como secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera y Similares de la República Mexicana de la CTM, para el periodo 2011 - 2017.



Asistí a este evento y tuve la fortuna de saludar a Javier Lozano, secretario del Trabajo; el sr. Joaquín Gamboa Pascoe, líder de la CTM; el senador Carlos Aceves del Olmo; y el representante de la OIT en México, Germán López.



Durante la ceremonia también se llevó a cabo la Toma de Protesta del Comité Ejecutivo Nacional de este sindicato.


miércoles, 9 de febrero de 2011

Propuesta de carta de navegación para México, Los sentimientos de una nueva nación.

1. En la última década hemos visto cómo se diluyó la posibilidad de un nuevo proyecto de nación. La consolidación de un régimen democrático exigía una modernización del andamiaje institucional, acorde a las necesidades de una ciudadanía cada vez más exigente y demandante, sin embargo, nuestra democracia se quedó trunca y el país, a todas luces, perdió el rumbo.

2. Tenemos una disminución del Estado mexicano, cuyos desbalances se inclinan hacia los poderes tecnocráticos en detrimento de la soberanía popular y el desarrollo.

Hemos visto también que la democracia mexicana no ofrece por sí misma un terreno propicio para la buena acción de gobierno o de la gobernabilidad, pues vivimos un régimen democrático superpuesto a un sistema defectuoso y carente de instituciones fuertes que garanticen un estado de derecho efectivo.

3. Queda mucho para formar un gobierno de certidumbres que recupere las oportunidades de bienestar y desarrollo de las mayorías.

Somos parte de la región más desigual del mundo en la distribución del ingreso: México tiene un coeficiente de Gini de 0.51 que indica que no se han disminuido las desigualdades en el país desde 2002 y que la tendencia de inequidad se volvió a incrementar desde 2006.

4. En este contexto, el PRI se encuentra ante la gran oportunidad de convertirse en el motor de la innovación institucional que México demanda. Podrá hacerlo en la medida que logre construir, mediante la negociación, un nuevo modelo de desarrollo que genere bienestar, que mejore las instituciones con visión de valor público, con legitimidad; que concrete la consolidación pendiente de la democracia.

Es decir, se la tiene que jugar con las ideas y la iniciativa ciudadana para reflejar los nuevos sentimientos de la nación.

5. Y este proyecto nacional debe ante todo apuntalar el prestigio de las instituciones democráticas, de los poderes representativos del Estado, y del servicio público. Necesitamos que la población recobre la confianza en las instituciones, en los políticos y sobre todo, en la política como herramienta fundamental para lograr acuerdos y generar consensos.

6. Para lograrlo, es imperativo impulsar la rendición de cuentas, buscar una reforma constitucional que permita la reelección de los parlamentarios y que incentive a éstos a rendir cuentas a los electores y transparentar con más eficacia el flujo de dinero de los partidos políticos.

7. El prestigio institucional se dará en la medida que se tengan funcionarios públicos idóneos, elegidos a través de un servicio civil de carrera que combata la improvisación y fortalezca la profesionalización del servicio público.

8. Sólo con un Estado renovado en sus capacidades e instituciones daremos el salto de calidad en innovación y tecnología para impulsar la competitividad.

Esto nos impone el reto de crear un Sistema de Alta Dirección Pública como en los países desarrollados que nos permita mejorar la administración de los recursos y las tareas.

9. Por otro lado, el proyecto de nación no se puede completar sin una agenda que fortalezca el estado de derecho y la creación de una cultura de la legalidad, con policías e instituciones judiciales que contrarresten la impunidad y atajen de fondo la cultura de la corrupción.

Pensar en un Poder Judicial independiente de los otros poderes y con la capacidad de vigilancia horizontal hacia el Legislativo y Ejecutivo es fundamental.

10. Sin embargo, para reconstruir el proyecto de nación es menester identificar los disensos y resolverlos mediante un pacto de gobernabilidad que establezca con toda claridad una carta de navegación para el país, que se concrete en políticas públicas pertinentes, haciendo un balance entre la capacidad de desarrollo, la soberanía popular y la distribución social del conocimiento; que armonice la igualdad y la libertad, lo común y lo diverso.

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jueves, 3 de febrero de 2011

Fiestas de Tlacotalpan

Con entusiasmo asistí el día de ayer 2 de febrero a las tradicionales Fiestas de la Candelaria en Tlacotalpan. Felicité al Dr. Javier Duarte de Ochoa y a su esposa Karime Macías por esplendidas fiestas. Tlacotalpan, un orgullo que llevamos los veracruzanos en el corazón.

FHB

miércoles, 2 de febrero de 2011

El rumbo de una nueva nación

1. Los índices de pobreza, desempleo y carestía se han elevado en los gobiernos de la alternancia panista de forma alarmante.

Durante el último gobierno priísta el crecimiento del producto interno bruto (PIB) fue de cuatro por ciento, mientras que en los gobiernos panistas ha bajado a 2.15 por ciento (con Vicente Fox) y en lo que va del gobierno de Felipe Calderón, a 1.12 por ciento.

2. Los precios de los alimentos y los energéticos se dispararon en los últimos años. Entre las cifras del último estudio del grupo legislativo del PRI en el Senado, por ejemplo, se menciona la tarifa promedio de la electricidad: aumentó 133 por ciento de 1999 a 2009.

El diesel 130 por ciento, dice el mismo estudio.

La tortilla ha elevado su precio 190 por ciento de 2002 a la fecha. Incluso, de enero de 2008 a enero de 2009, el precio de la canasta básica se incrementó en casi 100 por ciento.

3. Entre 2006 y 2008 la tasa de desocupación se elevó de 2.2 a 5.4 por ciento, mientras que en ese mismo periodo, la población nacional en pobreza alimentaria creció.

En la última década se diluyó la posibilidad de un nuevo proyecto de nación.

4. La consolidación de un régimen democrático exigía modernizar el andamiaje institucional, para hacerlo acorde a las necesidades de una ciudadanía cada vez más exigente y demandante. Sin embargo, nuestra democracia se quedó trunca y el país, a todas luces, perdió el rumbo.

La democracia mexicana tiene que dejar atrás un sistema defectuoso y carente de instituciones fuertes. Debemos formar un gobierno de certidumbres, que recupere la confianza de la ciudadanía creando oportunidades de bienestar y desarrollo.

5. Somos parte de la región más desigual del mundo en la distribución del ingreso. En este contexto, el PRI se encuentra ante la gran oportunidad de convertirse en el motor de la innovación institucional que México exige. Podremos hacerlo en la medida que construyamos, mediante la negociación, un nuevo modelo de desarrollo que genere bienestar, que mejore las instituciones con legitimidad, que concrete la consolidación de la democracia.

6. La iniciativa ciudadana está en los sentimientos de una nueva nación. Este proyecto nacional debe ante todo apuntalar el prestigio de las instituciones democráticas, de los poderes representativos del Estado y del servicio público.

Necesitamos que la población recobre la confianza en las instituciones, en los políticos pero, sobre todo, en la política como herramienta fundamental para lograr acuerdos y generar consensos. Para conseguirlo, es necesario fomentar la rendición de cuentas.

7. El prestigio institucional se dará en la medida que se tengan funcionarios públicos idóneos, elegidos a través de un servicio civil de carrera que combata la improvisación y fortalezca la profesionalización del servicio público.

Sólo con un Estado renovado en sus capacidades e instituciones daremos el salto de calidad en innovación y tecnología para impulsar la competitividad.

8. El proyecto de nación no se puede completar sin una agenda que fortalezca el estado de derecho y la creación de una cultura de la legalidad, con policías e instituciones judiciales que contrarresten la impunidad y atajen de fondo la cultura de la corrupción.

Pensar en un Poder Judicial independiente de los otros poderes y con la capacidad de sustentar una vigilancia horizontal hacia el Legislativo y Ejecutivo, es fundamental.

9. Para reconstruir el rumbo de la nación es menester identificar los disensos y resolverlos mediante un pacto de gobernabilidad. Debemos establecer una carta de navegación para el país, que se concrete en políticas públicas pertinentes; que armonice la igualdad y la libertad, lo común y lo diverso.

Debemos elevar el debate público a partir de puntos específicos: se trata de fijar una agenda con rigor, con rendición de cuentas, y no con declaraciones vacías.

10. Existe una base social amplia que está dispuesta a integrarse a este esfuerzo de cambio y transformación, formada por una nueva clase media moderna e integrada a las tecnologías del conocimiento. Sin embargo, requiere el apoyo del Estado para detonar su capacidad emprendedora.

Por lo mismo, necesitamos una reforma al sistema federal que nos permita una distribución más equitativa de los recursos a las entidades del país, además, de fortalecer los programas de apoyo a la educación, a la salud, a la vivienda, para construir una nueva nación.

miércoles, 26 de enero de 2011

Alimentación para un México fuerte con mexicanos fuertes, Los sentimientos de una nueva nación

La mayoría de los países defienden comercialmente al sector agrícola y lo insertan en políticas públicas de desarrollo tecnológico como el mejoramiento de semillas, de infraestructura e incluso de tareas de expansión agraria.

La Unión Europea mantiene a la fecha programas de apoyo a su campo.

También los hay en Asia, en África e incluso en Estados Unidos.

Por lo tanto, es necesario revalorar el papel del sector agropecuario en el desarrollo económico, y otorgar a los problemas del campo el carácter de asuntos de seguridad nacional.

Para la economía nacional, los sectores agrícola y agropecuario son fundamentales para lograr la soberanía alimentaria.

Además, ofrecen grandes ventajas en ramas industriales muy diversas, que van desde las actividades de transformación hasta la distribución comercial de productos.

El campo es también una herramienta fundamental para generar divisas y, con una planeación adecuada, nos ayuda a proteger el medio ambiente, la biodiversidad y la propia cultura nacional, de la que la tradición alimentaria ha sido un soporte fundamental.

En el siglo XXI, 20 millones de mexicanos no tienen seguridad alimentaria ni patrimonio alimentario.

El deterioro ambiental sigue creciendo, el agua se termina, la erosión del suelo avanza, y la productividad y la competitividad son bajas.

La política económica nacional ha orientado sus esfuerzos a las economías de gran escala, dejando al margen a la mayor parte del territorio, particularmente a las poblaciones rurales e indígenas, en donde la producción doméstica aún tiene mucha relevancia.

Ahora en este año la estabilidad de precios es fundamental.

Por poner sólo un ejemplo, el limón está por encima de los 30 pesos el kilo (hay lugares donde llega a 50 pesos).

Con el salario mínimo de 2011 (58 pesos diarios) un trabajador no podría comprar ni siquiera dos kilos de limón.

Lo mismo ha pasado con el tomate (diez pesos el kilo), con el chile (diez o 12), la cebolla está por encima de los 11 pesos, el aceite cerca de los 20 pesos.

Tenemos que trabajar en conjunto para lograr esa ansiada estabilidad.

La falta de una visión hacia el desarrollo rural sustentable ha ocasionado que la productividad del campo mexicano se minimice, al mismo tiempo que aumenta nuestra necesidad de importar productos agrícolas.

Este círculo vicioso no termina ahí.

La falta de apoyo al sector primario se ha traducido en una creciente migración de la población rural hacia los centros urbanos o hacia Estados Unidos, en busca de mejores oportunidades laborales.

Por estas razones el campo mexicano demanda soluciones efectivas y acciones inmediatas.

Una nueva nación demanda un país bien alimentado, un país próspero en el que nuestros niños crezcan con una alimentación balanceada.

Los sentimientos de una nueva nación proponen el trabajo en conjunto del Gobierno con la sociedad.

Pero, además, es necesario que pongamos atención en la operatividad y eficacia de programas como Oportunidades, el Seguro Popular, Proárbol y los de Atención a Adultos Mayores, porque la política social de nuestro país debe avanzar hacia una mayor transparencia en su ejercicio, y buscar deshacerse de prácticas que comprometen su efectiva aplicación.

La crisis alimentaria no se debe a la falta de alimento, sino de una falta de planeación.

Por eso debemos atender la creación de una política mexicana para la alimentación, para que exista un proceso de distribución funcional.

La solución es integral, pues debemos reforzar la educación, pero no podemos dejar de lado el apoyo al campo mexicano.

Después de tantas inversiones públicas cuantiosas contra la pobreza, el país tiene a la mitad de su población viviendo en algún tipo de miseria -alimentaria, patrimonial o de capacidades.

La política social es indispensable para compensar la desigualdad y promover el desarrollo individual y colectivo del pueblo mexicano.

Debemos enfrentar esta época con el combate a la pobreza, con instrumentos que puedan fortalecer el desarrollo del campo mexicano, y de la creación de empleos en todo el país.

Por eso ahora debemos entrar en una etapa de precisión y puntualidad: es hora que desde el Congreso se perfilen los acuerdos que requiere México.


Y con estos acuerdos, podríamos darle a la nación la igualdad de posibilidades a la que nos obligan nuestras leyes.

No podemos tolerar la escalada en los precios: queremos un país en el que los salarios alcancen para adquirir los productos básicos para el desarrollo de la familia.

La solución se requiere de inmediato para el desarrollo de una nueva nación.

miércoles, 19 de enero de 2011

El Acuerdo Nacional, Los sentimientos de una nueva nación

Necesitamos transformar el presidencialismo

Si bien nuestro modelo institucional construido por los diputados constituyentes establece la división y el equilibrio de Poderes, la conducción de la vida pública ordenada y con progreso de la nación se debió en gran medida al liderazgo y capacidad de nuestros Presidentes para lograr consensos.

Estudiosos del tema acuñaron el concepto de la preminencia de las funciones metaconstitucionales del Presidente para explicar sus habilidades de suma y consenso, así como la estabilidad que dio al país durante varias décadas de crecimiento y paz social.

La buena marcha de la nación y sus instituciones en la segunda mitad del siglo pasado prepararon el terreno para la formación de una sociedad participativa, expresiones partidistas sólidas y competitivas, y el arribo de la regularidad democrática, en la que ni el triunfo es para siempre, ni éste es previsible previamente a los procesos electorales.

Con la llegada de la alternancia, los Gobiernos divididos y el régimen de partidos fuertes debemos pensar cómo y hacia dónde transformar el presidencialismo, signo fundamental de la democracia mexicana del siglo XX.

Si lo hacemos, lograremos superar las barreras de comunicación entre los distintos Poderes Públicos.

Si lo hacemos, podremos construir reglas electorales para aumentar la participación ciudadana y fortalecer la credibilidad del mexicano en sus políticos y sus instituciones.

En la opinión pública internacional se dice que el nuestro es de los pueblos que menos cree en su Gobierno y en sus instituciones.

La revaloración de nuestro presidencialismo debe partir de revisar el sistema federal para aprovechar sus ventajas: mejores inversiones, compromisos claros con la sociedad, incluso con medidas que ayuden a eliminar la corrupción.

El senador Manlio Fabio Beltrones propuso la modernización del Sistema Presidencial Mexicano.

Para ello propuso siete "erres" importantes para conseguir esa modernización, a través de distintos matices parlamentarios que, seguramente, fortalecerían la funcionalidad del presidencialismo mexicano.

Entre otras facultades propuso:

Ratificación de los nombramientos del gabinete por el Senado.

Reelección legislativa y en municipios, a efecto de que la rendición de cuentas determine el sufragio ciudadano.

Reorganización del Gobierno federal suprimiendo duplicidades y reduciendo los altos mandos burocráticos.

Referéndum en reformas constitucionales importantes, con excepción de temas fiscales, electorales y de seguridad nacional.

Revocación de mandato en aquellos casos de notoria ineficiencia, incompetencia o conducta lesiva de los servidores públicos electos.

Rendición de cuentas que se base en el Plan Nacional de Desarrollo, combinado con el nuevo formato del informe presidencial, con la figura de la pregunta parlamentaria y la comparecencia bajo protesta de decir verdad.

Regulación económica moderna en la cual diversas comisiones como la Cofetel, la Reguladora de Energía y la de Competencia sean autónomas, funcional y operativamente.

En estas iniciativas coinciden Los Sentimientos de una Nueva Nación, pues son el marco de medidas estratégicas que plantean cómo el Ejecutivo federal, sin dejar la figura presidencial, puede construir políticas públicas eficaces.

Además se pueden construir políticas consensuadas, aceptadas por sus beneficiados y avaladas por todas las fuerzas políticas concurrentes.

La salud, la educación, el combate a la marginación, el aumento de la productividad, el cambio climático, la digitalización, entre otros, son programas sectoriales que requieren estímulo y aliento; requieren además de inversión pública y programas eficaces.

La reforma del presidencialismo es la primera pieza de una reforma mayor; es sin embargo el paso primero sin el cual no es posible dar otros: ¿para qué y hasta dónde? La respuesta es clara: debemos cambiar para mejorar pero sobre todo, cambiar para gobernar y dar resultados utilizando los instrumentos de política institucional.

Este es el camino hacia una nueva nación de justicia y libertades.

miércoles, 12 de enero de 2011

Los sentimientos de una nueva nación, La reforma urgente

Necesitamos reactivar el empleo, para que todas las familias mexicanas mejoren. La llegada del siglo XXI nos obliga a construir herramientas novedosas y eficientes en el servicio público.

La situación en la que viven los más pobres de nuestra sociedad nos exige actuar con audacia y rapidez.

El senador Manlio Fabio Beltrones tiene razón al preguntarse cuál es el camino que estamos construyendo para México. El Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República asegura que la transición demográfica es un cambio significativo en la próxima década, que debe ser razón para tomar decisiones a tiempo.

Este es el momento de crear empleos y dinamizar el mercado interno; es el tiempo de atraer mayores capitales y consolidar el desarrollo nacional. Es el tiempo de las reformas que nuestro país necesita.

Debemos ser capaces de hacer crecer nuestra economía a ritmos más acelerados. Para ello necesitamos un programa para México que genere empleo para los futuros cinco millones de jóvenes que entrarán al mercado laboral en los próximos años.

Tenemos la obligación de trabajar por los que en veinte años serán adultos mayores y necesitarán un sistema de pensiones que les resuelva sus necesidades más apremiantes.

El trabajo debe ser muy amplio y tiene que llegar a las comunidades más alejadas. Debemos llegar a los indígenas, a los campesinos, a los obreros. Debemos ayudar a las mujeres y a los niños; a los trabajadores, a las cabezas de familia, los adultos mayores que enfrentan nuevos obstáculos en su vida y su salud.

Debemos trabajar por todos aquellos que requieren de un programa de seguridad social; todos aquellos que necesiten mejor educación y mayores oportunidades para el desarrollo de su familia.

Reformar es también una actividad política. En los próximos 10 años el país incrementará su fuerza laboral. Debemos construir desde las instituciones un acuerdo que nos permita generar empleos, disminuir la pobreza y mejorar la calidad de vida de la familia mexicana.

El consenso debe surgir de la convicción, y sobre todo, de la determinación y convencimiento de que México requiere ajustar el rumbo.

Desde el Congreso de la Unión se pueden construir los acuerdos para que el 2011 pueda ser el año del crecimiento en el empleo y la seguridad.

La reforma urgente implica cambios en el gobierno. Una reforma política es inaplazable.

Los nulos resultados de la administración federal hacen evidente la necesidad de articular "propósitos comunes", como lo menciona el senador Beltrones.

Por eso las instituciones de México deben ser las que den el ejemplo a los ciudadanos. Desde ellas debemos evitar el uso de los recursos públicos para fines electorales, debemos fortalecer al Estado como rector de la economía para fomentar el trabajo.

Dice el Gobierno federal que durante 2010 en México se generaron cerca de 700 mil empleos, el mejor registro en los últimos 14 años. Sin embargo, son insuficientes para incorporar año con año a más de un millón de jóvenes que ingresan a la actividad productiva.

Tenemos que definir el rumbo que vamos a tomar en el futuro.

Los problemas más urgentes que debemos resolver son la pobreza y la desigualdad. De igual modo tenemos que encontrar soluciones a la falta de oportunidades para el empleo y disminuir los altos índices de violencia que tenemos en algunas zonas del país.

Ahora es tiempo de construir una nueva nación, con un gobierno capaz de atender a la población, y sobre todo, capaz de entregar resultados.

Asumamos la responsabilidad a través de un programa incluyente, que erradique la desigualdad y que mejore la calidad de vida.

A partir de una alianza con los diversos sectores sociales, podemos construir un verdadero programa para México, que nos permita entrar en la ruta del crecimiento.

La raíz republicana en México nos recuerda que tenemos que poner por delante los intereses de nuestro país con el objetivo de fomentar el desarrollo y el crecimiento.

Ahora que sufrimos una crisis en la seguridad de nuestras familias, tenemos que trabajar por un país unido, consciente, que pueda disminuir sus índices de violencia, que pueda crecer en sus indicadores económicos.

Por eso con gran determinación buscamos articular todos los esfuerzos que nos permitan reformar la producción del campo y las ciudades.

La integración de nuestro país debe ser construida desde un programa nacional de crecimiento, que fortalezca a los gobiernos municipales y estatales.

Debemos encontrar las soluciones de fondo para construir una nueva nación.