1.- La República de Haití vive hoy una de las situaciones más difíciles de su historia. De acuerdo con datos proporcionados por la ONU es la nación más pobre de nuestro continente y una de las más desfavorecidas del mundo al ocupar el lugar 149 entre 182 países en el Índice de Desarrollo Humano.
2.- El 80 por ciento de la población haitiana, que asciende a 10.7 millones de habitantes, vive por debajo de la línea de pobreza; dos tercios es dependiente de un sector agrícola y de silvicultura tradicional con pequeñas explotaciones de subsistencia; el Índice de Analfabetismo es de 46 por ciento, el de Esperanza de Vida de 62 años, carece de infraestructura; y el desempleo se ha convertido en un problema crónico.
3.- La llegada del devastador terremoto que azotó Haití el 10 de enero de 2010 superó 200 mil muertes y dejó prácticamente en ruinas a Puerto Príncipe, su ciudad capital. La infraestructura inmobiliaria, y de comunicaciones y transportes fue dañada de tal forma que quedó prácticamente inutilizable.
4.- El desabasto colapsó a la nación por lo que la asistencia internacional no se hizo esperar, miles de voluntarios de todo el mundo, en quienes reconozco un excepcional espíritu de servicio humanitario, acudieron en ayuda del pueblo haitiano.
5.- Haití apenas empezaba a recuperar la normalidad, cuando, como consecuencia de la gran deforestación de la isla y la falta de recursos para combatirla, el huracán “Matthew”, con vientos de más de 200 kilómetros por hora, azotó sus poblados el 7 de octubre pasado, sumiendo al país de nueva cuenta en la tragedia, convirtiéndolo en una “situación apocalíptica”, como expresó su presidente interino Jocelerme Privert.
6.- El meteoro cobró más de 900 vidas y afectó a cerca de dos millones de personas, entre ellas medio millón de niños. El gran temor es que ante la pérdida del cien por ciento de los cultivos en las cinco provincias afectadas, que representan la mitad de su extensión geográfica, enfermedades como el cólera y la hambruna provoquen muchas más muertes que las registradas por el paso del huracán. El acceso al agua potable es un problema de extrema gravedad ya que sus fuentes de abastecimiento están contaminadas y las tuberías dañadas.
7.- La ayuda humanitaria no se ha hecho esperar pero a todas luces es insuficiente. Las poblaciones afectadas son extremadamente vulnerables, perdieron todos sus bienes y requieren de apoyo para recuperar su sustento, la mayoría de los damnificados no cuenta con recursos para levantar viviendas y comprar semillas y herramientas de trabajo.
8.- Como consecuencia de estos desastres naturales los flujos migratorios de crisis humanitaria se han visto acrecentados desde 2010. Nuestro país recibió en el puerto de Veracruz, el 25 de abril de ese año, a 250 ciudadanos haitianos en el buque Usumacinta de la Armada de México que ingresaron con visa de residencia permanente, y en diciembre de 2012, en la administración del presidente Enrique Peña Nieto, se creó el Programa “300 Becas México-Haití”, con la finalidad de apoyar la educación universitaria de jóvenes haitianos.
9.- En 2016, ante una situación agravada, la cantidad de migrantes haitianos ha aumentado sensiblemente entre agosto y septiembre, buscan llegar a Estados Unidos acogiéndose al Estatus de Protección Temporal instaurado en 2010 que concluyó el pasado 22 de septiembre, por lo que muy probablemente la mayoría de estas personas quedará varada en la frontera de Tijuana.
10.- Las llamadas de auxilio de un pueblo hermano del Caribe latinoamericano requieren de nuestra altura de miras, apoyemos su reconstrucción a través de la organización humanitaria que nos inspire mayor confianza.
Fidel Herrera Beltrán
@FidelHerrera
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