A metros de distancia se percibe el exquisito aroma de pan recién horneado. En una palapa, Magdalena Valencia retira del horno de piedra las charolas humeantes con decenas de figuras crujientes y calientitas.
“Esta pala me la heredó mi abuelo”, habla con orgullo acerca del instrumento con el que saca el pan. Aprendió este oficio de su madre y su abuelo en Cerro del Carbón, su pueblo natal. En la palapa vecina está doña Guadalupe Santiago, a quien el resto de las mujeres llaman “abuela Lupe”. Ella prepara atole de tamarindo, pepitoria y totopos de anís, todos, típicos de la región del Totonacapan veracruzano. Cuando termina la cumbre, vende todos los días sus totopos en el centro de Papantla.
“Esta pala me la heredó mi abuelo”, habla con orgullo acerca del instrumento con el que saca el pan. Aprendió este oficio de su madre y su abuelo en Cerro del Carbón, su pueblo natal. En la palapa vecina está doña Guadalupe Santiago, a quien el resto de las mujeres llaman “abuela Lupe”. Ella prepara atole de tamarindo, pepitoria y totopos de anís, todos, típicos de la región del Totonacapan veracruzano. Cuando termina la cumbre, vende todos los días sus totopos en el centro de Papantla.
Fuente: Diario Reforma.
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