Patria Nueva
Fidel Herrera Beltrán
17 de octubre de 2012
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1. De acuerdo con los resultados de las encuestas que miden las preferencias del electorado estadounidense, podemos decir que a escasos veinte días de la elección presidencial, es difícil precisar la ventaja del Presidente en funciones, aunque su desempeño en el debate de anoche podría marcar una tendencia más clara en los próximos días.
2. Tengamos en mente que el Presidente de los Estados Unidos se elige de manera indirecta a través de un Colegio Electoral, donde 538 grandes electores seleccionan al ocupante de la Casa Blanca y al vicepresidente por espacio de cuatro años.
3. Este número resulta de la suma de asientos que cada estado tiene en el Congreso y el Senado, más tres electores que se confieren al Distrito de Columbia. Por tanto, las encuestas a nivel nacional, no necesariamente reflejan la forma en la que los estados distribuyen esos 538 votos entre los candidatos, sobre todo cuando se presenta un alto nivel de competencia.
4. Por otro lado, los sondeos de opinión indican que el 87 por ciento de los votantes registrados manifiestan que recuperar el crecimiento económico es prioritario para su país; situación que no resulta sorprendente, dada la severidad de la crisis económica global, que mantiene bajos los niveles de consumo y alto el déficit fiscal y el desempleo.
5. En contraste, el tema migratorio, que de manera natural es importante en la relación con México, sólo interesa al 41 por ciento del electorado. Esta proporción en parte explica la ausencia de posicionamientos claros de los candidatos, lo que tampoco sugiere la llegada de cambios importantes en la materia.
6. Por ejemplo, la política migratoria del presidente Obama se circunscribe a permitir a jóvenes inmigrantes que llegaron con sus padres siendo niños a la Unión Americana, y que mantienen la calidad migratoria de indocumentados, a mantenerse en el país e iniciar los procedimientos para adquirir plenos derechos de ciudadanía.
7. Aunque limitada, la postura del actual mandatario es positiva para nuestros compatriotas, dado que la mayor parte de los beneficiarios son de origen mexicano. La alta popularidad que tiene Obama entre la comunidad latina, que en conjunto comprende a 23 millones de votantes potenciales, responde a posturas de esta índole, sobre todo si la comparamos con la propuesta del candidato republicano.
8. Mitt Romney promueve una política de deportación voluntaria, a través de la cual los migrantes que no tienen en regla su documentación, tendrían que regresar a su país de origen para desde ahí cumplir con los requisitos aplicables a las visas de trabajo. Su posición es consecuente con la visión dominante entre el electorado anglosajón que de acuerdo a las encuestas, lo apoya hasta en un 60 por ciento.
9. Más allá de las diferencias y de quien resulte ganador, es claro que tanto la nueva administración federal en México como la de Estados Unidos, deberán enfocarse en potenciar el crecimiento económico así como resolver diferendos de tipo comercial que han surgido con fuerza en los últimos meses. Igualmente importante resulta relanzar una agenda más intensa de cooperación económica en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, así como el fortalecimiento de la coordinación en materia científica, de seguridad y combate al narcotráfico; democracia y derechos humanos.
10. Tengo la esperanza en que la habilidad política y diplomática, así como el correcto manejo de la economía por parte de Enrique Peña Nieto, se transformen en un referente para construir con solidez una nueva etapa de prosperidad entre nuestras naciones.
herrerafidel@hotmail.com
www.fidelherrera.blogspot.com
www.nuevanacion.org
Twitter: @FidelHerrera
2. Tengamos en mente que el Presidente de los Estados Unidos se elige de manera indirecta a través de un Colegio Electoral, donde 538 grandes electores seleccionan al ocupante de la Casa Blanca y al vicepresidente por espacio de cuatro años.
3. Este número resulta de la suma de asientos que cada estado tiene en el Congreso y el Senado, más tres electores que se confieren al Distrito de Columbia. Por tanto, las encuestas a nivel nacional, no necesariamente reflejan la forma en la que los estados distribuyen esos 538 votos entre los candidatos, sobre todo cuando se presenta un alto nivel de competencia.
4. Por otro lado, los sondeos de opinión indican que el 87 por ciento de los votantes registrados manifiestan que recuperar el crecimiento económico es prioritario para su país; situación que no resulta sorprendente, dada la severidad de la crisis económica global, que mantiene bajos los niveles de consumo y alto el déficit fiscal y el desempleo.
5. En contraste, el tema migratorio, que de manera natural es importante en la relación con México, sólo interesa al 41 por ciento del electorado. Esta proporción en parte explica la ausencia de posicionamientos claros de los candidatos, lo que tampoco sugiere la llegada de cambios importantes en la materia.
6. Por ejemplo, la política migratoria del presidente Obama se circunscribe a permitir a jóvenes inmigrantes que llegaron con sus padres siendo niños a la Unión Americana, y que mantienen la calidad migratoria de indocumentados, a mantenerse en el país e iniciar los procedimientos para adquirir plenos derechos de ciudadanía.
7. Aunque limitada, la postura del actual mandatario es positiva para nuestros compatriotas, dado que la mayor parte de los beneficiarios son de origen mexicano. La alta popularidad que tiene Obama entre la comunidad latina, que en conjunto comprende a 23 millones de votantes potenciales, responde a posturas de esta índole, sobre todo si la comparamos con la propuesta del candidato republicano.
8. Mitt Romney promueve una política de deportación voluntaria, a través de la cual los migrantes que no tienen en regla su documentación, tendrían que regresar a su país de origen para desde ahí cumplir con los requisitos aplicables a las visas de trabajo. Su posición es consecuente con la visión dominante entre el electorado anglosajón que de acuerdo a las encuestas, lo apoya hasta en un 60 por ciento.
9. Más allá de las diferencias y de quien resulte ganador, es claro que tanto la nueva administración federal en México como la de Estados Unidos, deberán enfocarse en potenciar el crecimiento económico así como resolver diferendos de tipo comercial que han surgido con fuerza en los últimos meses. Igualmente importante resulta relanzar una agenda más intensa de cooperación económica en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, así como el fortalecimiento de la coordinación en materia científica, de seguridad y combate al narcotráfico; democracia y derechos humanos.
10. Tengo la esperanza en que la habilidad política y diplomática, así como el correcto manejo de la economía por parte de Enrique Peña Nieto, se transformen en un referente para construir con solidez una nueva etapa de prosperidad entre nuestras naciones.
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