Patria Nueva
Fidel Herrera Beltrán
4 de abril de 2012
Nuestro homenaje respetuoso a dos valores auténticos,
cada uno en su tiempo y espacio, que aportaron razones
al diseño y construcción de las instituciones del país:
Miguel de la Madrid Hurtado y Jorge Carpizo MacGregor.
1. Para esta temporada de estiaje nuestro país espera un nuevo golpe de calor frente al cuál no sólo tenemos que prepararnos para sortear la sequía, que ya afecta severamente a grandes regiones del Norte del país, sino también para atender fenómenos meteorológicos atípicos que vienen aparejados al cambio climático, como las tormentas eléctricas, granizadas o heladas fuera de temporada. Algunos de ellos son, en parte, producto del fenómeno denominado como "La Niña", que se genera en la zona ecuatoriana por el enfriamiento del mar del Océano Pacífico central y oriental.
2. Debemos tener presente que estas ocurrencias climatológicas están identificadas y forman parte de los Atlas de Riesgo que todas las entidades federativas deben tener por ley. De ese modo, el impacto esperado por "La Niña" varía dependiendo del sector que analicemos.
3. Por el lado de la demanda de energía eléctrica, las regiones norte, noreste, sur y sureste del país, elevarán consistentemente su consumo, debido a la operación prolongada de equipos de aire acondicionado y ventiladores.
4. La tendencia se verá reflejada en un incremento considerable en el costo que se habrá de erogar por concepto de servicio eléctrico. Este tema es un conflicto recurrente con la Comisión Federal de Electricidad, sobre todo en regiones productoras de la energía, como el sureste de México, donde los aumentos en el consumo hacen prácticamente imposible para muchas familias pagar el costo de los recibos de luz.
5. En materia de salud, se espera que la radiación ultravioleta llegue a 11 unidades de una escala de 12, lo que genera condiciones para que la población expuesta se vea afectada por irritaciones en la piel, que en el peor escenario pueden ser condicionantes para el desarrollo de padecimientos graves como el cáncer. Se debe tener presente, asimismo, que en época de calor se disparan los casos relacionados con enfermedades gastrointestinales, provocadas por los escasos controles sanitarios en la elaboración y venta de alimentos en la vía pública.
6. Frente a esta realidad, requerimos fortalecer la cultura de la sustentabilidad mediante la reutilización de materias primas en el proceso productivo; la disposición responsable y segura de los desechos tóxicos; la reducción de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, y la remediación del daño causado al medio ambiente con programas de reforestación y rescate ecológico.
7. Al mismo tiempo, debemos profundizar en el conocimiento sobre el calentamiento global y sus efectos sobre el clima, el territorio y los recursos hidrológicos, y partir de ello desarrollar un plan estratégico de productividad en el agro mexicano que permita ajustar sus ciclos de producción.
8. Para lograrlo, será necesario direccionar más recursos públicos y de la comunidad internacional hacia el sector agroalimentario con una visión de sustentabilidad. Fortalecer los fondos verdes para promover proyectos productivos que sean respetuosos del entorno natural, así como sumarse al esfuerzo que realizan las Naciones Unidas en la materia.
9. El tema, en última instancia, es de cultura. En tanto no hagamos conciencia de la importancia de preservar el entorno natural, la reducción de los gases que provocan el calentamiento global será sólo una aspiración sin acciones concretas que la acompañen y materialicen.
10. El reto es monumental, y sólo a través de la corresponsabilidad entre Gobierno, iniciativa privada y organizaciones civiles encontraremos los caminos para resolverlo.
herrerafidel@hotmail.com
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