1. La educación constituye el
mayor valor personal con el que cuenta un ser humano y la
riqueza más sólida de cualquier sociedad. Hemos resaltado desde este espacio
que la inversión que realiza un Estado en la formación de su ciudadanía
representa su mayor capital y la única alternativa para alcanzar mejores
niveles de bienestar.
2. Hemos subrayado también la
necesidad de tomar conciencia de la importancia de la educación permanente ante
los acelerados cambios que se presentan en el conocimiento global para no
correr el riesgo de caer en la obsolescencia.
3. La educación financiera ha sido
poco abordada en nuestro sistema educativo como parte del conocimiento
integral, de manera indirecta la reciben sólo las familias de mayores recursos;
de ahí que como bien afirmó el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP),
Luis Videgaray Caso, durante su intervención en la Semana Nacional de Educación
Financiera 2015, “incrementar la educación financiera en las familias mexicanas
es una forma de contribuir a la equidad y a la inclusión social”.
4. La formación de un patrimonio a
lo largo de la vida implica grandes esfuerzos de trabajo cotidiano, prevenir el
riesgo de perderlo o de capitalizar oportunidades sólo es posible a través de
un proceso educativo que nos lleve a tomar conciencia de la importancia de la
cultura del ahorro y de su canalización hacia inversiones que ofrezcan
garantías de sustentabilidad.
5.
En 1997, en función de los
cambios que mostraban los indicadores demográficos, México reformó el sistema
de pensiones de los trabajadores afiliados al IMSS con objeto de hacerlo
financieramente viable en el largo plazo. En 2007 se llevó a cabo una reforma a
la Ley del ISSSTE en el mismo sentido, incorporando a los trabajadores del
sector público al Sistema de Ahorro para el Retiro.
6. En el nuevo modelo los recursos
recaudados para el retiro, provenientes de las aportaciones que realizan las
empresas, las dependencias o los propios trabajadores, son depositados en
cuentas individuales en las que el ahorro de cada trabajador es manejado por la
Administradora de Fondos para el Retiro (AFORE) de su elección.
7. Las AFORES son instituciones
financieras privadas que invierten los fondos de las cuentas de los
trabajadores en diferentes instrumentos financieros para poder otorgarles una
pensión vitalicia al momento de su retiro de la vida laboral. Están reguladas
por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, órgano
administrativo desconcentrado de la SHCP.
8. Cada una de las cuentas
individuales está integrada por tres subcuentas: la de retiro, cesantía y
vejez; la de vivienda; y la de aportaciones voluntarias.
9. Es precisamente en esta última subcuenta
donde los trabajadores pueden tener el mejor impacto positivo en el crecimiento
de su patrimonio y por tanto en sus futuras pensiones, por ello la importancia
de contar con una buena educación financiera que les permita visualizar los
beneficios del ahorro voluntario para consolidar el futuro durante los años de
productividad laboral y contar con una pensión digna al momento del retiro.
10. Las contribuciones voluntarias
a las AFORES representan menos del 1% del total de ahorro, lo cual es un
indicador de que en este renglón la tarea está pendiente. El estudio presentado
en la reunión por el secretario de la OCDE, José Ángel Gurría Treviño, alerta a
nuestro país al respecto.
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