Patria Nueva
Fidel Herrera Beltrán
7 de noviembre de 2012
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1. Ante la próxima trasmisión del Poder Ejecutivo, se ha colocado en el centro del debate la relación que tendrá su titular con los otros dos poderes de la República, en particular con el Legislativo. Los disensos y cooperación son positivos para nuestra democracia, pues en los pesos y contrapesos entre poderes descansa la esencia y el buen funcionamiento del sistema político mexicano.
2. Por otro lado, y de acuerdo con la costumbre política, se prevé que el Poder Legislativo esperará a que el nuevo Presidente envíe al Congreso las iniciativas de reforma que definirán la orientación de la nueva administración, mismas que deberán verse reflejadas en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, así como en los objetivos y metas que se establezcan a partir de este programa de trabajo.
3. Entre las reformas pendientes, destacan la Reforma Fiscal Integral, entendida desde el punto de vista de los ingresos, y la Reforma Hacendaria, que considera los egresos. En el primer caso, se trata de lograr que todos los mexicanos contribuyan al desarrollo nacional mediante su aportación al fisco, reduciendo así la dependencia de los ingresos provenientes del petróleo para efectos de solventar el gasto público. En el segundo caso, se aborda la forma como se distribuyen los recursos públicos entre los tres órdenes de gobierno, buscando la consolidación de un federalismo municipal y estatal eficaz.
4. Asimismo, la reforma a las facultades de las cámaras de Diputados y de Senadores, integrantes del Poder Legislativo, también se considera necesaria, sobre todo a fin de dotarlas de mayor transparencia operativa, y de reglamentación en aspectos sustantivos como son la carga de trabajo individual y por fracciones legislativas.
5. En este punto, es conveniente incrementar el margen de acción de las comisiones legislativas, a fin de que los integrantes del Congreso puedan realizar un seguimiento puntual de las políticas públicas y de los responsables de ejecutarlas, tal y como sucede en las democracias más avanzadas del mundo.
6. La gestión del Gobierno debe transparentarse, eliminando de esta forma la discrecionalidad que ha imperado a lo largo de la historia moderna de México; ello aplica a temas tan relevantes como son el sistema de seguridad presidencial, los servicios aéreos y las operaciones de apoyo logístico para su movilidad.
7. Entre los temas que deberán abordar ambos poderes también se contempla someter a discusión si queremos pasar de un sistema de defensa de los derechos humanos, tipo ombudsman, que hace de la denuncia su fuerza moral, o dotar de facultades vinculatorias a instituciones que tenían una función orientadora, como la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
8. De igual modo, se prevén reformas institucionales para evitar la duplicación o triplicación de funciones entre diversas dependencias, buscando la aplicación eficiente de los recursos públicos, prestando atención al ejercicio de los mismos a través de las contralorías internas y los órganos de fiscalización existentes.
9. Finalmente, debemos señalar la importancia de las reformas relacionadas con la seguridad pública, que seguramente serán fuente de debate por la creación de nuevas figuras y modificaciones en las existentes. El tema de fondo es la continuidad, las reformas sexenales pueden ser positivas, pero siempre brindarán mejores resultados si se construyen contemplando el largo plazo.
10. Más allá de las reformas estratégicas que requiere nuestro país y que Enrique Peña Nieto ha tenido a bien señalar con puntualidad, hay áreas de oportunidad que deben aprovecharse para modernizar la acción de Gobierno, promoviendo el tránsito hacia una administración eficiente y eficaz, que cumpla su misión al menor costo posible.
herrerafidel@hotmail.com
www.fidelherrera.blogspot.com
www.nuevanacion.org
Twitter: @FidelHerrera
2. Por otro lado, y de acuerdo con la costumbre política, se prevé que el Poder Legislativo esperará a que el nuevo Presidente envíe al Congreso las iniciativas de reforma que definirán la orientación de la nueva administración, mismas que deberán verse reflejadas en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, así como en los objetivos y metas que se establezcan a partir de este programa de trabajo.
3. Entre las reformas pendientes, destacan la Reforma Fiscal Integral, entendida desde el punto de vista de los ingresos, y la Reforma Hacendaria, que considera los egresos. En el primer caso, se trata de lograr que todos los mexicanos contribuyan al desarrollo nacional mediante su aportación al fisco, reduciendo así la dependencia de los ingresos provenientes del petróleo para efectos de solventar el gasto público. En el segundo caso, se aborda la forma como se distribuyen los recursos públicos entre los tres órdenes de gobierno, buscando la consolidación de un federalismo municipal y estatal eficaz.
4. Asimismo, la reforma a las facultades de las cámaras de Diputados y de Senadores, integrantes del Poder Legislativo, también se considera necesaria, sobre todo a fin de dotarlas de mayor transparencia operativa, y de reglamentación en aspectos sustantivos como son la carga de trabajo individual y por fracciones legislativas.
5. En este punto, es conveniente incrementar el margen de acción de las comisiones legislativas, a fin de que los integrantes del Congreso puedan realizar un seguimiento puntual de las políticas públicas y de los responsables de ejecutarlas, tal y como sucede en las democracias más avanzadas del mundo.
6. La gestión del Gobierno debe transparentarse, eliminando de esta forma la discrecionalidad que ha imperado a lo largo de la historia moderna de México; ello aplica a temas tan relevantes como son el sistema de seguridad presidencial, los servicios aéreos y las operaciones de apoyo logístico para su movilidad.
7. Entre los temas que deberán abordar ambos poderes también se contempla someter a discusión si queremos pasar de un sistema de defensa de los derechos humanos, tipo ombudsman, que hace de la denuncia su fuerza moral, o dotar de facultades vinculatorias a instituciones que tenían una función orientadora, como la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
8. De igual modo, se prevén reformas institucionales para evitar la duplicación o triplicación de funciones entre diversas dependencias, buscando la aplicación eficiente de los recursos públicos, prestando atención al ejercicio de los mismos a través de las contralorías internas y los órganos de fiscalización existentes.
9. Finalmente, debemos señalar la importancia de las reformas relacionadas con la seguridad pública, que seguramente serán fuente de debate por la creación de nuevas figuras y modificaciones en las existentes. El tema de fondo es la continuidad, las reformas sexenales pueden ser positivas, pero siempre brindarán mejores resultados si se construyen contemplando el largo plazo.
10. Más allá de las reformas estratégicas que requiere nuestro país y que Enrique Peña Nieto ha tenido a bien señalar con puntualidad, hay áreas de oportunidad que deben aprovecharse para modernizar la acción de Gobierno, promoviendo el tránsito hacia una administración eficiente y eficaz, que cumpla su misión al menor costo posible.
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