lunes, 20 de diciembre de 2010

Los sentimientos de la nación

El espíritu libertario que José María Morelos y Pavón plasmó en "Los Sentimientos de la Nación" lo tenemos que recordar ahora que está tan cerca el bicentenario del discurso pronunciado el 14 de septiembre de 1813 en Chilpancingo, capital del estado de Guerrero.

El país tenía seis millones de habitantes -y se calcula que quedaron cinco millones después de la Independencia nacional.

El territorio nacional era el doble, lo que explica los nombres en español de tantas y tantas ciudades amigas en Estados Unidos.

Para entonces, la naciente nación ya había sufrido su primera crisis política en 1808.

Además, después de la Promulgación de la Constitución de las Cortes de Cádiz en 1812, el ambiente estaba tenso en la todavía Nueva España.

El grito de Hidalgo se había extendido por toda la patria pero las cosas tardaron en cambiar.

Desde siempre la política ha necesitado tiempo y todos los países se han transformado.

En México hemos cambiado: vivimos más de 100 millones y los 31 estados y el Distrito Federal compartimos un sistema legal estable, aunque necesitamos cambios urgentes.

Necesitamos hacer una reforma hacendaria integral, mejorar nuestro sistema educativo, continuar con los programas de infraestructura.

México necesita respuestas urgentes a problemas muy serios de pobreza y marginación.

Para eso necesitamos reactivar el empleo, para que todas las familias mexicanas mejoren su calidad de vida.

Los actuales sentimientos de la nación requieren respuestas efectivas: aumentar nuestros productos agrícolas y comerciales, luchar a favor de la reducción de costos de los servicios, mejorar nuestras escuelas, nuestros hogares, que son el verdadero patrimonio de este país.

Tenemos que solucionar nuestros problemas para que todos los mexicanos tengamos una seguridad alimentaria, laboral, y sobre todo, confianza en nuestro gobierno, que tanto se ha disminuido en los últimos años.

El diálogo y la relación respetuosa entre los diversos órganos de gobierno y sus ámbitos sustentan nuestra democracia y fortalecen la unidad nacional.

La situación en la que viven los más pobres de nuestra sociedad nos exige actuar con audacia y rapidez.

La política de los acuerdos en Veracruz nos impulsó a volver más eficiente la administración pública.

Así, las inversiones tienen una mayor seguridad y los trabajos se pueden generar con las condiciones adecuadas.

La severidad de la crisis económica a la que nos enfrentamos nos recuerda que debemos estar pendientes de cuidar el empleo, de mantener elevada nuestra producción, de asegurar nuestro alimento, la educación y la salud de todos los mexicanos, pero sobre todo la seguridad de nuestros niños, porque son el futuro de México.

Estamos ahora en la lucha por construir un programa adecuado para México, que nos permita mejorar en todos los aspectos de la vida nacional a través de acuerdos, basados en el federalismo que desde la época de Morelos hemos construido como nación.

Tenemos que recordar también las ideas y la gran lucha de Guadalupe Victoria, primer Presidente de México.

Recordar y mantener viva la herencia de Benito Juárez y de todos aquellos grandes hombres que lucharon a su lado para darle a México una tradición republicana, federalista y sobre todo, de libertad.

Ahora que estamos sufriendo una crisis en la seguridad de nuestras familias, tenemos que trabajar por un país unido, que pueda disminuir sus índices de violencia, que pueda crecer en sus indicadores económicos, pero sobre todo, en el que todos podamos vivir y progresar.

Necesitamos un país fuerte, capaz de hacer frente a las contingencias naturales que son cada día mayores debido al cambio climático.

El siglo XXI nos enfrenta como mexicanos a retos difíciles, que nos obligan a tener mejores niveles de vida y ser capaces de competir con otras economías emergentes, pero también con las grandes potencias mundiales.

El cambio es trabajar más, hacer un gran esfuerzo para que México siga creciendo, creando empleos y llevando expectativas muy concretas de trabajo e inversión para nuestra gente.

Agradecimiento

A nombre de la familia Herrera Borunda, quiero hacerle llegar un especial agradecimiento a la señora Karime Macías de Duarte, presidenta del DIF estatal de Veracruz, por las muestras de afecto y reconocimiento hacia mi esposa Rosa Margarita.

Que Veracruz siga para adelante.

Fidel Herrera Beltrán.

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