miércoles, 22 de diciembre de 2010

La reforma del Estado

El senador Manlio Fabio Beltrones comentó no hace mucho: "Si aspiramos conformar a un nuevo régimen político, que supere el déficit de representación del México plural que hoy somos, la cuestión social tiene que ocupar un lugar de prioridad indiscutible".


Desde el Senado se han planteado cinco puntos trascendentales:


1.- Mejorar nuestro régimen político.


2.- Modernizar nuestro sistema electoral.


3.- Modernizar nuestro Sistema de Procuración y Administración de Justicia.


4.- Federalismo efectivo.


5.- Garantías sociales.


Los esfuerzos por modernizar al Estado han sido constantes desde fines de la década de los ochenta.


Hablamos de una Reforma del Estado y no de una refundación del mismo, acota el senador Beltrones: la idea es conservar lo útil, transformar lo rescatable y deshacernos de lo que ya no sirve.


La reforma del Estado planteada desde fines de 2006, se propuso restaurar la gobernabilidad democrática del país.


En abril de 2007 se expidió una Ley para la Reforma del Estado que institucionalizó la consulta nacional a que convocaba el Congreso.


Los mexicanos necesitamos una reforma política, pero sólo si va acompañada de una en materia económica.


No podemos pensar en ganar elecciones cuando las mesas de los mexicanos están vacías.


Al mismo tiempo, debemos dotar a los estados de recursos suficientes para crear policías estatales unificadas y devolver la seguridad a las calles.


Vayamos hacia una nueva Convención Nacional Hacendaria para una auténtica reforma fiscal integral que propicie una distribución más equitativa de atribuciones, de obligaciones y de capacidades.


En el marco de las conmemoraciones patrias de 2010, la concordia nacional debe ser el sello que nos distinga para devolverle el rumbo a México.


Necesitamos desarrollar una política de carácter nacional, con grandes líneas de atención ciudadana, de protección al empleo y de cuidado del ambiente.


Por eso ahora debemos entrar en una etapa de precisión y puntualidad: es hora que desde el Congreso se perfilen los acuerdos que requiere México.


Y con estos acuerdos podríamos darle a la nación la igualdad de posibilidades.


Veracruz puede ayudar, unido a la República, a llevar un aliento en estas horas difíciles.


Un aliento que le diga a todos los mexicanos que son más fuertes que los problemas, y que con convicción, desde la construcción de los acuerdos, somos capaces de remontar cualquier dificultad.


En momentos como los que vive la nación, las haciendas públicas deben gobernar en caja de cristal, para administrar con eficacia los escasos recursos que a través de los presupuestos son puestos bajo su tutela, para prestar los servicios y atender los reclamos que la sociedad necesita, sobre todo en materia de obras públicas.


Pero más que nada, en una hora en la que los recursos son escasos, derivados de las restricciones impuestas por las condiciones difíciles de una crisis económica, se hace vital y esencial la labor de vigilancia y de control.


Necesitamos de la participación social para garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y la confiabilidad de las instituciones.


Un gobierno que no escucha y atiende las demandas de su gente no puede llamarse un gobierno democrático y representativo.


Para transformar a la sociedad con la ley, debemos construir los acuerdos que desechen lo obsoleto, lo anacrónico, lo superado, y a partir de una propuesta nueva, que se asiente en un orden jurídico diferente, logremos propiciar la paz social, la justicia social; que se reduzcan pobreza, marginación, abandono y dependencia.


Ha llegado la hora de lanzar un llamado para actualizar las instituciones de la República, para que éstas sean motores del progreso social y político, de la estabilidad y el desarrollo de México; es la hora de revisar todo lo revisable para integrar mejor los poderes públicos, y su relación con la sociedad.


Es deber de todos asumir el reto de nuestro tiempo; hacer frente a nuevos fenómenos que ponen en peligro lo ya logrado: paz, tranquilidad, vida, salud, patrimonio y seguridad, con base en acuerdos.


Somos, y así queremos seguir siendo, una sociedad democrática en la cual todos tenemos la responsabilidad de hacer propuestas concretas y viables para seguir avanzando.


Fidel Herrera Beltrán.

1 comentario:

Paty Fuentes dijo...

Estimado doctor:
Antes que nada permítame expresarle mi admiración y respeto y por supuesto desearle una Muy Feliz Navidad.
En cuanto a su artículo "La Reforma del Estado" quisiera comentarle mi caso en específico con la intención y el deseo de que haciéndolo sirva para erradicar grandes males que nos afectan enormemente a muchos ciudadanos comunes y corrientes. Los creadores (ya sea escritores, cineastas, directores o productores) no tenemos manera de obtener una justicia laboral y económica cuando se atenta en contra de nuestros Derechos.
Yo tenía una empresa de producción cinematográfica, daba trabajo constante y bien remunerado a muchos técnicos y actores y debido a que mis películas eran pirateadas, de un año a otro mis ventas cayeron en un 98% por lo cual perdí toda mi inversión y el trabajo arduo de 20 años de mi vida se evaporó.
He tenido que empezar desde ceros otra vez, sin capital de inversión no me quedó otra opción más que la de contratarme para otros productores, recibiendo unos honorarios humillantes que representan un 10% de lo que yo acostumbraba pagar a mis empleados, pero he tenido que aceptar, guardarme el orgullo y agachar la cabeza ante estas injusticias porque de lo contrario ya me hubiera muerto de hambre.
Hace poco leí en el periódico que se impondrán sanciones mayores a "los piratas" pero ¿a mí de que me sirve que les cobren multas mayores si ya han quebrado a mi empresa? ¿A mí quién me retribuye lo que perdí, quien me indemniza?
Casi nunca se toma en cuenta a la Cultura a la hora de hacer reformas, pero yo considero que la cultura es indispensable para el ser humano. La cultura y el arte dignifican, refinan, sensibilizan, enalceten a las personas.
Clamo justicia por lo que me pasó pero también deseo que líderes sensibles, inteligentes y justos (como creo lo es usted) dediquen algunos minutos de su tiempo en este tema.
Yo siempre me he considerado exitosa, eficiente, capaz, generosa y creativa y todavía tengo mucho que aportar a mi país y tengo la esperanza de volverme a levantar para poder volver a dar empleo a muchas personas que antes dependían de mí.
Pero mientras ese momento llega y siendo que ahora me veo obligada a buscar trabajo, aprovecho para ponerme a sus órdenes: soy escritora (Tengo un libro publicado en Editorial Planeta y varios más escritos y no publicados ya que en la actualidad las Editoriales prefieren comprar traducciones de obras extranjeras y no arriesgan ni apoyan autores (as) mexicanos), soy cineasta (productora, guionista, directora), realizo documentales, videoclips, comerciales, etc.
Si en algún momento usted -o alguno de sus conocidos o amigos- requiere de esta clase de servicios no dude en llamarme por favor, estaré encantada y muy agradecida de poder colaborar con usted.
Atentamente,
Patricia I. Fuentes
trishafuentes@yahoo.com.mx